En un Chile en transición tras la explosión social de 2019 y en pleno proceso de reforma Constitucional, el país elige mañana, entre siete candidatos, al sucesor del presidente derechista Sebastián Piñera. También renovará la Cámara de Diputados, 27 de los 43 senadores y los consejos regionales.

Los dos favoritos de la primera vuelta, según las últimas encuestas, son Gabriel Boric, diputado de izquierda, y José Antonio Kast, candidato de extrema derecha. De confirmarse, pasarían a la segunda vuelta dos aspirantes que no forman parte de las dos grandes coaliciones que se han repartido el poder desde la salida del dictador Augusto Pinochet

Pero dos exministros también podrían acceder a la segunda vuelta del 19 de diciembre: la senadora de centro-izquierda, Yasna Provoste, y la representante de la derecha en el poder, Sebastian Sichel.

Desde que finalizó la votación obligatoria en 2012, la participación electoral se ha situado por debajo del 50%. Esta débil movilización, combinada con un elevado número de indecisos, aumenta la incertidumbre sobre el resultado y puede dar vuelcos de último minuto.

La elección en mayo de la Asamblea que redacta la nueva Constitución ya puso de relieve la pérdida de terreno de los partidos tradicionales y una profunda crisis de confianza en las instituciones.

Desde el levantamiento social de 2019 por una mayor justicia social, el país se ha polarizado a medida que la pandemia ha elevado el desempleo, se ha profundizado la deuda y la inflación ahora ronda el 6%.

Mientras millones de chilenos apoyan las demandas expresadas por los manifestantes por un mayor papel del Estado en la educación, la salud y las pensiones, la extrema derecha ha recurrido a la denuncia de la violencia y de la inmigración ilegal.

«Construir un Estado que garantice derechos, dignidad e igualdad es la única manera de tener estabilidad», afirmó Boric el jueves en el cierre de campaña, en la que planteó «construir un Estado que cuide y que no abandone».

Por su parte, Kast resaltó que «hay recetas para recuperar la economía, pero no para recuperar la libertad cuando la izquierda toma el poder». «Queremos recuperar el acento en el amor por Chile, recuperar nuestras tradiciones (...) Dios, la patria, es lo que nos inspira, la libertad», señaló.