Después de vencer a Elche y Levante, rivales directos en la lucha por la permanencia, el Alavés va a pelear por su tercer triunfo seguido en Mendizorrotza, ante un Celta que la campaña pasada mandó a Abelardo al paro, pero que en la presente no termina de carburar.

No le ocurre lo mismo al Glorioso que, gracias a sus cinco jornadas consecutivas imbatido –tres victorias y dos empates–, se encuentra en una trayectoria claramente ascendente, que le ha permitido salir de los puestos de descenso –ahora los tiene a tres puntos– e incluso poder asentarse en la zona templada si le da continuidad a dicha racha.

Ese es el objetivo que se marcan los de Javier Calleja que, una vez más, desde la seguridad defensiva ha logrado darle la vuelta a la tortilla de un equipo que encadenó sus cinco primeras jornadas ligueras con derrotas, lo que auguraba un panorama muy sombrío que ahora se ve de una manera diametralmente opuesta.

Presencia de la nieve

El punto arrancado en un campo tan complicado como el Sánchez Pizjuán debe servir de estímulo añadido para doblegar a una escuadra gallega que viene de dos empates consecutivos en su feudo frente a Barcelona y Villarreal. El balón parado puede ser de nuevo un arma clave en dicho enfrentamiento.

La solvencia del bloque de futbolistas que empataron en Sevilla anima a pensar que pocos o ningún cambio vaya a producirse con la visita celeste. La que también puede visitar a esas horas Gasteiz es la nieve, dadas las previsiones que apuntan a que haya precipitaciones de ese tipo durante la disputa del partido. Está por ver si la incidencia del temporal es tan importante como para que ponga en juego la disputa del envite.