Natxo MATXIN
OSASUNA

Los rojillos suman un punto en un envite áspero ante el colista

La escuadra navarra volcó todos sus esfuerzos en que no fuera perforada la portería de Herrera, pero se olvidó de atacar la del rival. Después de haber jugado contra los adversarios de la parte alta de la tabla, al equipo parece habérsele olvidado combinar con el balón.

LEVANTE 0

OSASUNA 0


Osasuna encadenó en el Ciutat de Valencia su séptima jornada liguera consecutiva sin ganar, aunque arrancó un empate –el cuarto durante dicho tramo– de un partido bastante áspero, en el que a los de Jagoba Arrasate les faltó fluidez con la pelota para meter en apuros al colista Levante, que sigue sin conocer la victoria y ya ha igualado la negativa racha histórica que firmó el Sporting de Gijón en el año 1998, un total de 24 partidos.

En todo caso, fueron los granotas los que estuvieron más cerca de llevarse los tres puntos, con un balón al palo de De Frutos –el mejor del encuentro– en el minuto 39. En ese tramo final de la primera mitad fue cuando peor lo pasó la escuadra navarra, que volvió a dejar trazas de sufrir en las jugadas de estrategia, algo que le viene sucediendo en las últimas jornadas.

Pese a ello, Osasuna ejecutó un ejercicio defensivo encomiable –Arrasate volvió a alinear una zaga con cinco futbolistas–, pero al que le faltó el complemento que reclamó el preparador vizcaino en la previa, crearle problemas a un rival que está hundido en el pozo de la tabla y que, de no mediar una reacción extraordinaria, está prácticamente en Segunda.

Incómodos a más no poder, los rojillos parecen haber perdido la confianza en la triangulación de la pelota que tenían y venían protagonizando antes de enfrentarse a los equipos punteros de la categoría, ante los que primó la contención frente a la creación. Pese a la presencia del trivote titular de esta temporada, brilló por su ausencia una correcta circulación del cuero, con apenas dos pases seguidos por parte de los visitantes.

Intentó rectificar Arrasate ese déficit para el último cuarto de hora, retirando del césped a sus dos delanteros natos –Budimir y Ávila–, que apenas vieron balón, y dando entrada a sendos atacantes con mayor toque y velocidad, Rubén García y Kike Barja. No mejoró excesivamente el panorama, aunque sí que el equipo navarro gozó, al menos durante algunas fases de este segundo periodo, de algo mayor posesión en medio campo.

Ello tampoco se tradujo en ocasiones claras, pues las más reseñables, por llamarles de alguna manera, llegaron en el último cuarto de hora. Javi Martínez se hizo un espacio al borde del área para disparar al exterior de la red (m.78), Barja intentó una jugada individual que no tuvo continuidad con una asistencia poco aprovechable (m.84) y Moncayola probó desde la larga distancia (m.89), aunque sin inquietar a Cárdenas.

Al final, lo más positivo fue el punto cosechado, a la espera de la visita del Barcelona este próximo domingo, ante el que el bloque navarro deberá desplegar más argumentos de peso.