Residencias: ahora o nunca
Por ley, por justicia, por dignidad, por poner un poco de sentido a la vida, es urgente un cambio de modelo del actual sistema de cuidados. Se necesitan políticas sociales donde las personas implicadas participen tanto en la elaboración como en el desarrollo de ellas. Sin propaganda, sin publicidad, con humildad. Se podrá hablar de diferentes modelos de cuidados pero no se puede obviar la participación de las personas cuidadas en su elaboración, tal y como la ley lo indica. La participación debe ser continua y se deben implantar sistemas que así lo permitan, tanto en centros residenciales como en instituciones.
En los últimos años la calidad de los cuidados en centros residenciales ha descendido notablemente debido entre otras cosas a la privatización de la gestión y a la excesiva permisividad por parte de la Diputación hacia las empresas gestoras. Durante la pandemia están aflorando todas las debilidades del sistema afectando de manera directa a la salud física y mental de las personas usuarias sin tener en cuenta sus opiniones.
Con promesas y buenas palabras no se soluciona ni se mejora la situación, urge dar pasos efectivos para una mejora real porque la realidad así lo precisa. En algunos pueblos de Gipuzkoa se ha empezado a trabajar en diferentes alternativas de cuidado con la participación de diferentes colectivos sociales, entre los que se encuentra Gipuzkoako Senideak como única asociación del territorio que representa a personas usuarias y familiares de cuidados de larga duración de Gipuzkoa. También en alguna residencia se ha contado con la participación de Gipuzkoako Senideak a la hora de componer los nuevos comités de familiares. Es importante trabajar con agilidad en mejorar la calidad de los últimos años de vida, para precisamente que sean eso, años de vida y no de sufrimiento y tristeza. Es necesario el diálogo para solucionar un conflicto laboral que lleva 255 días de huelga. Es momento de humanizar y dignificar la «vida» en residencias.