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DONOSTIA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

El número de hospitalizaciones crece y las restricciones también

Con más de 5.000 nuevos contagios al día y más de 500 personas hospitalizadas en Hego Euskal Herria, y unas jornadas navideñas propensas a los contactos sociales, los sistemas sanitarios parecen abocados a sufrir otra subida de presión prolongada, a no ser que el compromiso personal supla la falta de medidas efectivas de las administraciones.

El pasado domingo se registraron 5.363 nuevos casos de coronavirus en Hego Euskal Herria, según los datos difundidos ayer por los gobiernos de Lakua e Iruñea. Como es habitual, al ser fin de semana se llevaron a cabo menos test, tendencia que se ha visto agudizada por ser periodo navideño y por el alto número que se realizaron el viernes, jornada de Nochebuena. En total, el domingo se efectuaron 21.050 pruebas, por lo que la positividad se sitúa en el 25,47%, un índice muy elevado que, por otra parte, viene a confirmar que la variante ómicron se está propagando muy rápidamente.

El número de nuevos casos descendió en Nafarroa en cerca de un centenar para situarse en 1.098 frente a los 1.196 del sábado, pero el viernes se habían detectado 2.036 contagios, el máximo de la pandemia. En la CAV fueron 4.265 positivos el domingo, muy por debajo de los 5.954 del viernes, récord de la pandemia, y los 5.526 del jueves, por lo que la tasa de incidencia acumulada en 14 días ya ha superado la barrera de los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes, situándose en 2.076.

Y, aunque desde distintos ámbitos se insiste en que ómicron parece provocar síntomas más ligeros en un porcentaje de personas contagiadas más alto que variantes anteriores, de momento la presión a la que somete la pandemia a los sistemas hospitalarios está subiendo.

Así, el domingo eran 527 las personas ingresadas en los cuatro herrialdes del sur. De ellas, 381 correspondían a Osakidetza –lo que supone 96 más que el miércoles– y 146 a Osasunbidea. Y 136 estaban en unidades de cuidados intensivos (UCI): 110 en centros de la CAV (9 más que el miércoles) y 26 en dependencias navarras.

En Nafarroa, en las últimas 24 horas se registraron 2 fallecimientos por covid, mientras que en la CAV murieron 30 personas entre los días 20 y 26.

Las cifras dan paso a testimonios, como los que recogía ayer NAIZ a través de las redes sociales, que reflejan un colapso en la atención médica de Osakidetza, con casos de gente que, cuando presentan síntomas o sospechan que están contagiadas, no logran durante horas que se les atienda llamando por teléfono o se les da cita a dos semanas.

Medidas a cuentagotas

En este preocupante contexto, las medidas destinadas a intentar frenar las consecuencias más graves de la pandemia continúan llegando con cuentagotas, y en ocasiones con gran confusión, desde las distintas administraciones públicas.

El más madrugador ayer en el capítulo de anuncios fue el Gobierno de Iruñea, que comunicó que ha pedido al Tribunal Superior de Justicia (TSJN) su aval a una nueva orden foral de la consejera de Salud por la que se establecen medidas preventivas de carácter extraordinario. Esa norma entraría en vigor el día de su publicación en el Boletín Oficial de Nafarroa y estaría vigente hasta el 14 de enero.

Entre otras restricciones, establece el cierre de una serie de locales y actividades entre la 1.00 y las 6.00 horas, o la obligatoriedad del consumo sentado en mesas para un máximo de 10 personas. En concreto, afecta a la actividad de comercio, discotecas, salas de conciertos, cafés espectáculo, bares, cafeterías y restaurantes, actividades culturales, bingos, salones de juego y apuestas, así como a sociedades gastronómicas, peñas, bajeras y similares.

Además, amplía los supuestos de la obligatoriedad del pasaporte covid en espacios cerrados, como residencias y centros sociosanitarios, medida ya contenida en la orden foral aprobada la semana pasada por la consejera de Derechos Sociales y que el TSJN no avaló instando a que fuera presentada, en su caso, por la consejera de Salud como autoridad sanitaria.

En el mismo sentido se moverá el Gobierno de Lakua después de que ayer Iñigo Urkullu convocase de urgencia una reunión del LABI para hoy, a las 16.30, con el fin de fijar nuevas restricciones después de constatar que las últimas decisiones adoptadas han resultado infructuosas: la imposición del pasaporte covid para hostelería y otras actividades, y la recuperación de la obligatoriedad de la mascarilla en espacios abiertos, que fue adoptada a nivel estatal a propuesta de Lakua y otros cuatro ejecutivos autonómicos.

En principio, el Gabinete Urkullu no consultará al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) las nuevas restricciones, ya que considera que esas medidas tendrán encaje en la Ley Antipandemias aprobada en el Parlamento de Gasteiz y que de momento no había sido utilizada de modo expreso.

En Ipar Euskal Herria el foco estuvo dirigido hacia París para conocer el resultado de dos reuniones relevantes respecto a la modificación del contexto sociosanitario, ya que el presidente de la República, Emmanuel Macron, había decidido encadenar la celebración, por videoconferencia, de un Consejo de Defensa Sanitaria y un Consejo de Ministros. Aunque Macron presidió las reuniones desde el fuerte de Brégançon (habitualmente residencia estival del jefe del Estado en la costa mediterránea), el primer ministro, Jean Castex, y el titular de Sanidad, Olivier Véran, fueron los encargados de trasladar a la opinión pública los detalles de lo decidido en una conferencia de prensa organizada en Matignon, la sede oficial del Gobierno en París, a última hora de la tarde.

Como se esperaba, el Consejo de Ministros adoptó el proyecto de ley que establecerá el «pase de vacunación» en sustitución del «pase sanitario», lo que significa que será necesario tener la pauta de vacunación completa (o estar curado si se ha pasado recientemente la enfermedad) para entrar en ciertos lugares: restaurantes, bares, museos, teatros, mediatecas, seminarios y ferias, pabellones deportivos o recintos de espectáculos. «Presentar un test ya no será suficiente», indicó Castex.

Tras incidir en que «la vacunación sigue estando en el centro de nuestra estrategia», anunció que a partir de hoy mismo la dosis de refuerzo ya puede ser administrada si han pasado solo tres meses desde la segunda inyección, o de la primera si se ha pasado el covid.

 

La variante ómicron podría avanzar el fin de la pandemia, según el neumólogo Javier Zulueta

La alta contagiosidad de la variante ómicron está generando medidas de precaución más o menos aceleradas a nivel mundial pero, paradójicamente, esta característica puede ser uno de los ingredientes que lleven al final de la pandemia de covid. Esta es la opinión que comparte el catedrático navarro Javier Zulueta, jefe de Neumología y Cuidados Intensivos del hospital universitario Mount Sinai Mourningside de Nueva York: «Se va a infectar tanta gente que esto podría dar lugar al final de la pandemia».

Para apoyar esa tesis, Zulueta recordó que en Sudáfrica, donde se detectó inicialmente esta variante del SARS-CoV-2, la incidencia subió de manera extraordinariamente rápida y posteriormente el descenso de casos ha sido también especialmente rápido. De repetirse esta tendencia en otras regiones del mundo, podría empezar a hablarse del fin de la pandemia.

«Tenemos un virus diferente que es muy transmisible pero produce cuadros leves. Es peligroso para personas mayores o con inmunodeficiencias», señaló Zulueta a Antena3. Cabe recordar que mientras la edad media de la población sudafricana es de 28 años, la de la población europea es de 42.

El neumólogo comentó que, por lo que se conoce en estos momentos, la nueva variante produce un cuadro de catarro de vías altas, rinitis, tos y fiebre, y no produce pérdida de gusto ni olfato.

Por otro lado, Zulueta considera que los test de antígenos son fundamentales para evitar los contagios, ya que es una prueba excelente para determinar si una persona contagia o no, aunque cuando la carga viral de una persona es muy baja puede salir negativo aunque esté infectada. Recomienda realizarla antes de acudir a la cena de Nochevieja.

Zulueta era neumólogo en la Universidad de Navarra, donde estaba especializado en la detección precoz del cáncer de pulmón, y en abril se trasladó al Mount Sinai.GARA