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PYONGYANG

Corea del Norte «celebra» el nuevo año occidental con un misil balístico

Corea del Norte lanzó ayer a modo de prueba lo que el Ejército surcoreano considera que es un misil balístico, en un momento en el que Pyongyang no parece mostrar interés por retomar el diálogo con Seúl o Washington.

El Estado Mayor Conjunto (JCS) sureño detectó «un proyectil que se cree que es un misil balístico lanzado hacia el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) desde la provincia de Chagang (norte del país) en torno a las 8.10 de hoy (hora local)».

El Gobierno japonés coincidió en que se trata de un misil balístico lanzado en torno a Chagang, provincia donde el Ejército norcoreano concentra muchos activos de sus Fuerzas Estratégicas (encargadas de sus armas de largo alcance), y estimó que habría volado unos 500 kilómetros en caso de haber dibujado una trayectoria normal. Eso sí, cayó fuera de su Zona Económica Exclusiva (EEZ). Ni Seúl ni Tokio indicaron con precisión el apogeo alcanzado por el misil o el trazado de su vuelo, algo que se ha venido repitiendo en los últimos tiempos debido a la creciente sofisticación del arsenal norcoreano.

Las armas de tipo táctico que ha venido probando Pyongyang desde 2019 –principalmente los sistemas KN-23, KN-24 y KN-25 con sus distintas variaciones y el misil hipersónico Hwasong-8 lanzado en septiembre también desde Chagang– trazan trayectorias no balísticas que permiten sortear los escudos antimisiles de los países del entorno.

Esto hace que la inteligencia militar surcoreana, estadounidense y japonesa tengan que invertir mucho más tiempo en analizar las características de cada ensayo para ponderar el tipo de amenaza que pueden representar estos nuevos sistemas.

Pese a advertir de que el lanzamiento «podría generar tensión y empeorar el estancamiento de las relaciones intercoreanas», el presidente surcoreano, Moon Jae-in, señaló que «no debemos perder la oportunidad de dialogar para superar esta situación».