GARA
NUR-SULTÁN

Tropas rusas llegan a Kazajistán para acabar con la revuelta

Un día después de que la revuelta que comenzó con las protestas por el incremento del precio del gas provocara la destitución del Gobierno, tropas rusas atendieron la petición de Kazajistán y llegaron al país para acabar con la revuelta. Las autoridades informaron de la muerte de 18 agentes de las fuerzas de seguridad y de cerca de 3.000 detenidos, aunque las agencias apuntaban a decenas de manifestantes muertos, sin precisar cifras.

Kazajistán pidió ayer apoyo a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar que agrupa a seis antiguas repúblicas soviéticas, entre ellas Rusia, para poner fin a los graves disturbios que sacudieron la autocracia centroasiática en las dos últimas jornadas y Rusia no tardó en responder y enviar tropas. Pero las protestas que comenzaron por la subida del precio del gas licuado, el principal combustible automotriz utilizado en el país, y derivaron en una revuelta para exigir el fin del «reinado» de Nursultán Nazarbaiev continuaron por quinto día consecutivo. Las autoridades informaron de decenas de muertos, entre ellos 18 miembros de las fuerzas de seguridad. Otras fuentes mencionaban decenas de fallecidos entre los manifestantes.

Respuesta inmediata

Ante la incapacidad de la Policía y el Ejército kazajos de controlar los disturbios, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, que el miércoles destituyó al Gobierno y decretó el estado de excepción, solicitó ayuda a la OTSC –Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán–. La respuesta de los países miembros de organización fue inmediata y Rusia envió un contingente de 3.800 militares, un espaldarazo de la alianza a Nur-Sultán.

Se trata de las mayores protestas que han sacudido Kazajistán desde su independencia: solo el miércoles los manifestan- tes tomaron varias sedes administrativas, canales de televisión y servicios públicos..

Las autoridades informaron la muerte de al menos 18 agentes del orden, mientras que algunas agencias dieron cuenta de decenas de manifestantes muertos, sin precisar cifras. Solo France Presse mencionó diez fallecidos en Almaty, capital económicas del país y escenario de las mayores protestas.

La situación no mejoró ayer en Almaty, convertida en un campo de batalla entre manifestantes y la Policía, que detuvo ayer a 2.998 personas.

A diferencia de la víspera, cuando la Policía se retiró de sedes gubernamentales claves como la Alcaldía o la residencia del presidente, los agentes del orden sí usaron las armas e informaron de «decenas de terroristas aniquilados», sin dar cifras exactas.

Se observaron graves enfrentamientos en la céntrica plaza de la República, donde los uniformados abrieron fuego contra los manifestantes que, según las autoridades, «iban armados», Testigos dijeron a la agencia rusa TASS haber visto heridos y muertos.