La ventaja de trece puntos que tenía el primer ministro portugués, Antonio Costa, a principios de noviembre, cuando el rechazo del presupuesto de 2022 por parte de sus antiguos aliados de la izquierda provocó la disolución del Parlamento, se ha reducido a una pequeña diferencia que apenas da pistas sobre el resultado de las elecciones de hoy.

Las últimas encuestas daban al Partido Socialista (PS) el 35-36% de las intenciones de voto, frente al 33% del derechista Partido Socialdemócrata (PSD) de Rui Rio, exalcalde de Oporto.

Con la esperanza de obtener una ventaja decisiva, los dos principales candidatos han jugado la carta del voto útil. Detrás, las encuestas muestran cuatro formaciones casi con el mismo porcentaje de voto, del 5% al 6%, con un gran avance de la extrema derecha de Chega que en 2019 entró en el Parlamento con solo un diputado.

Costa había descartado la hipótesis de una nueva coalición de izquierdas –la geringonça, con el Bloque de Izquierda y la coalición Comunista-Verde– pero, ante encuestas cada vez menos favorables, cambió su discurso diciendo que estaba dispuesto a negociar con todos los partidos excepto con la extrema derecha.

Rio, por su parte, se muestra dispuesto a negociar con Costa para formar un gobierno minoritario que evite los partidos de izquierda y aunque dice que no incluiría a Chega en un Gobierno, no descarta gobernar gracias a su apoyo en un Parlamento que podría inclinarse hacia la derecha.

El fantasma de la abstención planea sobre la votación, después de que en las últimas legislativas alcanzase el 51%. En las presidenciales de hace un año, con el país confinado, superó el 60%. Por ello, el presidente, Rebelo de Sousa, llamó a votar «sin temores y sin inhibiciones» en unas elecciones que elegirán al Ejecutivo que dirigirá la reconstrucción social y económica entre desafíos europeos y tensión internacional.

La autoridad electoral aseguró que están garantizadas todas las condiciones para que el derecho al voto se pueda ejercer con «absoluta seguridad» pese a los récords de contagios registrados esta semana –más de 60.000 diarios–.