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Xi y Putin aúnan voces contra la mentalidad de la guerra fría

Los presidentes ruso, Vladimir Putin, y chino, Xi Jinping, sumaron sus críticas contra la «negativa influencia» estadounidense para la paz y la «mentalidad de la guerra fría», haciendo frente común ante las presiones occidentales. Pekín respaldó el rechazo ruso a la ampliación de la OTAN hacia las fronteras rusas.

Vladimir Putin y Xi Jinping criticaron al unísono la «negativa» influencia estadounidense para la paz, al reunirse en el inicio de los Juegos Olímpicos de invierno en un contexto de medidas hostiles hacia ambos países por parte de EEUU y sus aliados, tanto en torno a Ucrania como en la región del Indo-Pacífico o por las políticas chinas en Turkestán Oriental o Hong Kong.

Los dos aliados no se habían visto cara a cara desde el comienzo de la pandemia y esta reunión fue para Xi Jinping la primera con un líder extranjero en casi dos años. Después de su encuentro, China y Rusia emitieron una declaración conjunta denunciando la influencia estadounidense y el papel de las alianzas militares occidentales en Europa y Asia, considerándolas desestabilizadoras.

Criticando la «mentalidad de guerra fría» occidental, los dos países se declararon opuestos a cualquier futura ampliación de la OTAN y denunciaron «la influencia negativa para la paz y la estabilidad» de EEUU en la región de Asia-Pacífico.

Denunciaron que «un pequeño número de fuerzas en la comunidad internacional sigue obstinado en promover el unilateralismo y en interferir en los asuntos de otros países».

El año pasado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, abogó por que la Alianza, ahora en el centro de la crisis ucraniana, se adaptara a los «desafíos» que plantea Pekín.

China también reiteró su apoyo a las propuestas presentadas por Moscú sobre las «garantías de seguridad legalmente vinculantes a largo plazo en el continente europeo», sobre todo la ampliación de la OTAN hacia la frontera rusa y que EEUU ha rechazado. Igualmente, Pekín y Moscú mostraron su preocupación por la creación, en 2021, de la alianza militar de EEUU con Gran Bretaña y Australia (Aukus), que trata de hacer frente a la creciente influencia china.

El presidente ruso elogió la calidad «sin precedentes» de las relaciones de su país con China, «un ejemplo de una relación digna, donde cada uno ayuda y apoya al otro en su desarrollo». Para fortalecerla, Moscú prepara un nuevo contrato para suministrar 10.000 millones de metros cúbicos de gas natural a China desde el Lejano Oriente ruso y se acordó además poner en marcha una hoja de ruta para lograr una «alta calidad» en el comercio bilateral, que alcanzó el año pasado la cifra récord de 150.000 millones de dólares.

Putin fue la figura más esperada en una ceremonia inicial de los Juegos Olímpicos de Invierno que varios países occidentales han desairado con un «boicot diplomático» en el que no han enviado representantes, aunque sí a sus atletas a competir. El presidente ruso denunció, sin nombrarlos, su «intento de mezclar deporte y política en beneficio de sus intereses egoístas».

Mientras, se multiplican los contactos diplomáticos en torno al conflicto ucraniano. Si el miércoles fue el presidente turco el que se postulaba como mediador, ayer fue el francés, Emmanuel Macron, quien anunció un viaje a Moscú y Kiev. También el canciller alemán, Olaf Scholz, viajará a Moscú el 15 de febrero, en medio de las diferencias sobre el gasoducto Nord Stream 2, utilizado por EEUU para presionar a Moscú.

Berlín y Moscú llevan la disputa a sus canales de televisión

La suspensión en Alemania del canal del medio ruso RT Deutsch fue respondida por el Gobierno ruso con la prohibición de la cadena pública alemana Deutsche Welle en Rusia, con acusaciones mutuas de coartar la libertad de prensa en una disputa que viene de lejos, pero que ha agravado la crisis en torno a Ucrania. A la vez, la ministra alemana de Exteriores, Annelena Baerbock, impidió nombrar a un exdiplomático presidente de una filial del gasoduducto Nord Stream 2.GARA