El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria había convocado para ayer tres nuevas movilizaciones –en Bilbo, Iruñea y Lizarra– para mostrar su rechazo a una reforma de pensiones que supone «un grave recorte» de su poder adquisitivo y al «incumplimiento a las promesas realizadas» de subir las pensiones «según el IPC real».

En la capital vizcaina, la comitiva, que según la organización integraron cerca de 10.000 personas, iba encabezada por una pancarta en la que se leía “Recortes de Pensiones No - Publikoak eta Duinak Bai. Gutxieneko Pentsioa 1.800”.

En los numerosos carteles que portaban los participantes se expresaban, además, otros eslóganes contra las entidades bancarias y las empresas eléctricas.

«Movilización compartida»

En el comunicado leído tras finalizar el recorrido, el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria reiteró su denuncia de que la reforma aprobada en diciembre pasado ha dejado fuera «la mayor parte» de sus reivindicaciones, además de «abrir la puerta a nuevos recortes y a la aplicación de modelos de gestión privados de las pensiones públicas».

Y también mostraron su enfado por la subida acordada por el Gobierno de Pedro Sánchez: «El compromiso era el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones públicas según el IPC real», subrayaron. Mientras el Movimiento de Pensionistas considera que la referencia debe ser el IPC acumulado, que de diciembre de 2020 a noviembre de 2021 registró un incremento del 5,5%, el Ejecutivo español ha utilizado el promedio de ese periodo para fijar una subida de las pensiones del 2,5%.

«Solo en 2021 las pensiones contributivas se han empobrecido un 3%, y las mínimas y no contributivas un 2,5%», indicaron, para incidir en que «las pensiones mínimas son miserables y están muy lejos de los 1.080 euros» que han colocado como barrera de «dignidad».

Por otro lado, resaltaron que la de ayer era «una movilización compartida», ya que «miles de pensionistas de los diferentes pueblos y comunidades del Estado» organizaron actos «coincidiendo en las reivindicaciones y la movilización». Por ejemplo, en Madrid un millar de pensionistas –según informó la agencia Efe– se manifestaron por el centro de la ciudad hasta el Congreso de los Diputados. Desde Bilbo, a todos ellos se les envió un caluroso aplauso.