Un adolescente palestino de 17 años, Mohamed Abu Saleh, murió ayer por un disparo en la cabeza del Ejército israelí durante unos enfrentamientos en el pueblo de Silat al-Harithiya, cerca de Yenín, en la Cisjordania ocupada, cuando las tropas sionistas entraron en la aldea para demoler la casa de otro palestino al que Israel acusó, junto a otras personas, de matar a un colono israelí en diciembre.

Según la agencia palestina de noticias Wafa, el Ejército cerró las entradas y accesos a Silat al-Harithiya y guardias fronterizos escoltaron excavadoras y maquinaria para derribar la casa familiar de Mahmoud Yarada.

El derribo de la vivienda provocó la protesta de los residentes de la aldea palestina que derivó en enfrentamientos con el Ejército israelí.

Según el Ministerio palestino de Sanidad, diversas personas resultaron heridas por disparos, entre ellas el joven de 17 años, que murió en el hospital a causa de las heridas de bala.

El Ejército israelí, por su parte, dijo en un comunicado que cuando sus efectivos entraron en la aldea, antes del derribo de la vivienda, estallaron «motines violentos con la participación de cientos de palestinos, algunos de los cuales lanzaron explosivos a los soldados». Los militares, agregó el comunicado, «identificaron a varias personas armadas y les dispararon para neutralizar la amenaza», sin mencionar que mataron a un adolescente.

Israel suele destruir las casas de personas a las que considera responsables de ataques contra israelíes y las de sus familiares, en Cisjordania y Jerusalén Este, dos territorios ocupados desde 1967. Se trata de una práctica criticada tanto por los palestinos como por organizaciones de derechos humanos por considerarlas un «castigo colectivo» ilegal ante la legislación internacional.

Las autoridades israelíes acusaron a Jaradat de matar a Yehuda Dimentman, un estudiante religioso de 25 años en un ataque en la colonia ilegal de Homesh, en Cisjordania, en el que otras personas resultaron heridas. Días después, las fuerzas de seguridad sionistas detuvieron a varias personas acusadas de participar en el tiroteo.

Unos 475.000 colonos judíos viven en la Cisjordania ocupada junto a 2,9 millones de palestinos, en comunidades que el derecho internacional considera ilegales.

Homesh es uno de los asentamientos que incluso Israel considera no autorizado. El sitio fue evacuado por las fuerzas israelíes en 2005, pero los colonos continuaron en el lugar, desatando tensiones con los palestinos.