La ministra de Trabajo de Perú, Betssy Chávez, presentó ayer una denuncia constitucional contra la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, por haberse reunido con congresistas de la oposición en lo que el Gobierno ve como un plan golpista. La ministra denunció que Alva está impulsando cambios en la Constitución del país para lograr una destitución «legal» del presidente, Pedro Castillo. Según recogió el diario “La República”, el documento presentado por Chávez señala que «el propósito de los asistentes a la reunión (es el) de crear nuevas causales para vacar, suspender o destituir constitucionalmente al presidente mediante la modificación de la Carta Magna para someterla a su propósito golpista, dándole a esta una apariencia de legalidad».

Además, Chávez acusó a Alva de haber cometido presuntamente el delito de organización criminal por coordinar y delegar tareas a los asistentas a fin de derrocar un Gobierno democrático, así como el «conspiración para una rebelión, sedición o motín». Previamente, el recién nombrado primer ministro de Perú, Aníbal Torres, también denunció esta reunión «secreta», celebrada el pasado 9 de febrero entre Alva y varios opositores con el fin de «definir la estrategia legal para finiquitar» a Castillo. A su juicio, se trata de «generar un golpe de Estado mediante la vacancia presidencial, la acusación constitucional o la renuncia presidencial».

Por su parte, la Mesa Directiva del Congreso acusó al Ejecutivo peruano de haber puesto en marcha un «plan de desprestigio sistemático de la institución parlamentaria».