Dabid LAZKANOITURBURU

Putin maniobra desde Bielorrusia y Macron trata de apagar el Donbass

El Kremlin sigue moviendo sus piezas y retrasa el fin de sus maniobras en Bielorrusia, aduciendo el repunte de la guerra en el este de Ucrania. Occidente alerta de una guerra sin precedentes desde 1945 para «redefinir el orden mundial» y amenaza con unas sanciones de dudosa efectividad. El Elíseo trata de apagar la chispa en el Donbass.

Bielorrusia anunció que los ejercicios militares conjuntos con Rusia proseguirán por la agravación de la tensión bélica en el este de Ucrania (Donbass).

Pese a que el anuncio de no terminar las maniobras ayer, en la fecha prevista, procede de Minsk, no cabe duda de que la decisión proviene del Kremlin.

El presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, depende totalmente de Moscú desde que pidiera apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, para resistir ante la revuelta popular que surgió en agosto de 2020 tras unas elecciones en las que encarceló a los principales líderes opositores y reivindicó su victoria con un 80% de votos en un recuento calificado de fraude.

En el Donbass, los militares ucranianos y las milicias pro-rusas siguen acusándose de violaciones del alto el fuego y de no infringir la prohibición de usar armamento pesado.

El Comité Internacional de la Cruz Roja ha exigido a ambos bandos que dejen inmediatamente de atacar infraestructuras civiles..

Macron insta a un alto el fuego

El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, acordaron un esfuerzo de emergencia para reimponer un alto el fuego.

Siempre según el Eliseo, ambos mandatarios convocaron una reunión especial del Grupo de Contacto Trilateral (Ucrania, Rusia, OSCE), «en cuestión de horas», tras la llamada telefónica, en la que coincidieron en «la necesidad de una salida diplomática» sobre la base del del Cuarteto de Normandía que conforman el Estado francés, Ucrania, Rusia y Alemania.

la Presidencia francesa anuncó que el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, se reunirá mañana con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, con vistas a preparar «una reunión al más alto nivel con vistas a definir un nuevo orden de paz y seguridad en Europa».

Putin responsabilizó a la parte ucraniana de la agravación de la guerra del Donbass y exigió que la OTAN y EEUU «tomen en serio» las exigencias rusas en «materia de seguridad», aunque reiteró su voluntad de «intensificar los esfuerzos diplomáticos» para solucionar el conflicto.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, imputó la tensión a las «provocaciones» de los rebeldes pero abogópor un cese de hostilidades inmediato en el Donbass después de una segunda conversación telefónica con Macron, quien tenía previsto llamar por teléfono al presidente de EEUU, Joe Biden, y al canciller alemán, Olaf Scholz.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, aseguró que iden, «está dispuesto a reencontrarse» con Putin «en cualquier momento y en cualquier formato, si ello permite evitar una guerra». Pese a ello, Blinken daba por inminente una invasión rusa de Ucrania.

Occidente acusa y amenaza

El primer ministro británico, Boris Johnson, acusó a Rusia de estar preparando «la mayor guerra en Europa desde 1945» y advirtió que, en ese caso, Washington y Londres impedirán a las empresas rusas «comerciar en libras y dólares». No está clara la efectividad de esta amenaza, ya que la eurasiática Rusia está inmersa, como otros países de Asia, en un proceso incipiente pero determinado de desdolarización de sus economías.

Semejante sanción podría acelerar el proceso, como ocurrió con los castigos económicos tras la anexión de Crimea a Rusia. Moscú respondió con el impulso de su autosuficiencia productiva, con resultados desiguales pero que sostiene la economía del país.Johnson ha amenazado a los oligarcas rusos con confiscarles sus posesiones e intereses en Londres. Tampoco está claro a quién perjudicaría más.

El responsable de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, denunció que Rusia y China quieren redefinir el orden mundial, marcado por EEUU desde el fin de la II Guerra Mundial, e instó a oponerse a ello «para defender los derechos de los pueblos y los derechos humanos». Sorprende gratamente la apelación del político español y catalán habida cuenta de su posición respecto a Catalunya.

«Para Rusia y China solo los estados son soberanos, no los pueblos», concluyó Borrell, en referencia al documento que publicaron el 4 de febrero Putin y su homólogo chino, Xi Jinping, con motivo del arranque de los Juegos Olímpicos de Pekín.