La Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos emplazó ayer a las autoridades colombianas a adoptar «medidas inmediatas y urgentes» tras el robo el pasado viernes de las grabadoras con el testimonio del narcotraficante y líder del llamado Clan del Golfo, Dairo Antonio Usuga, alias «Otoniel», quien había anunciado su intención de colaborar y denunciar a altos cargos militares ante la Jurisdicción Especial para la Paz.

Las grabadoras y un ordenador fueron robados en la vivienda del investigador de la Comisión de la Verdad Eduardo Andrés Celis Rodríguez. La ONU instó al Estado a «tomar medidas inmediatas para garantizar y proteger la labor» de este organismo surgido de los Acuerdos de La Habana y pidió una «investigación eficaz, el esclarecimiento de los hechos, la determinación de los responsables y la protección de sus funcionarios y de la información que recaben durante su mandato».

En un comunicado, la Comisión de la Verdad subrayó la necesidad de «escuchar la verdad del señor Usuga sobre hechos cruciales para entender la dinámica del conflicto. Queremos hacerlo sin intimidaciones».