GARA
MADRID
CRISIS EN EL PARTIDO POPULAR

Pablo Casado cede a la presión y los barones planean ya la transición

Anoche solo faltaba hacerlo oficial, porque el propio Pablo Casado había escenificado su despedida durante el pleno de control al Gobierno y los barones del PP, a la entrada de la decisiva reunión de Génova, pedían una dimisión inmediata. Serán ellos, con Núñez Feijóo al frente según todos los pronósticos, los encargados de definir la hoja de ruta.

Medianoche y sin noticias desde la sede de la madrileña calle Génova. Lo único que trascendió para esa hora a la opinión pública es que varios barones regionales del PP que tomaron la palabra durante la reunión que mantenían desde horas antes con Pablo Casado habían pedido al líder del partido que dejara su cargo de inmediato –ya esta pasada noche– y habían aprovechado sus intervenciones para elogiar la figura del presidente gallego y favorito en todas las quinielas para suceder a Casado: Alberto Núñez Feijóo.

Según fuentes del PP citadas por la agencia Europa Press, el encuentro arrancó pasadas las 20.45. Inicialmente estaba previsto que lo hiciera a las 20.00, pero una reunión previa a solas entre Casado y Alberto Núñez Feijóo provocó ese retraso. En esa cita con todos los presidentes “populares” se debía definir la hoja de ruta de las próximas semanas hasta el congreso extraordinario y también quién pilotará hasta entonces el partido.

A la entrada del encuentro, varios de esos dirigentes expresaban que no se podía descartar que Casado pueda despedirse en la Junta Directiva del martes, pero al mismo tiempo se mostraban favorables a que anunciara su marcha ayer mismo. Al cierre de esta edición, no se conocía si el presidente del partido les hizo caso o se mantuvo en su posición inicial de aguantar hasta la próxima semana. Resultaba clave en este asunto la opinión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Uno de los que se detuvo a hablar con los numerosos periodistas congregados a las puertas de la sede principal del PP fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que se posicionó a favor de dar «tiempo y espacio» a Casado, quien, según dijo, ha trabajado «muy duro» en los últimos tres años y «se merece un reconocimiento, comprensión y cariño».

«Hay que tener humanidad, vamos a escucharle», manifestó fuera de micrófono un presidente regional a su llegada a Génova, según el relato de Europa Press. «Depende de él», añadió otro. «Va a salir una solución de todos y va a ser buenísima para España», indicó otro dirigente fuera de las cámaras.

Despedida del Congreso

Pero esa jornada que parecía definitiva para dilucidar el futuro de Pablo Casado y su partido había comenzado mucho antes. Ayer hubo pleno en el Congreso de los Diputados y allí escenificó su marcha el presidente del PP. Tuvo el gesto de acudir a su última sesión de control como líder de la oposición (no se sabe aún qué hará con su escaño ni con su futuro) y no dejó lugar a las dudas.

Primero, dirigió una pregunta al presidente español, Pedro Sánchez, en la que defendió como un mantra el «pacto constitucional» como instancia superadora de las viejas enemistades y ponderó el conservadurismo español y europeo. «Entiendo la política desde la defensa desde los más nobles principios, el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros», enfatizó, para cerrar su discurso con la frase de «todo para servir a España y a la causa de la libertad». Tras escuchar la respuesta de Sánchez, se retiró del Hemiciclo con una ovación en pie de sus diputados y sin formular repregunta.

Al marcharse, lo acompañaron solo tres de los diputados del PP, sus únicos leales hasta el final, entre ellos el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos. Luego la portavoz Cuca Gamarra, antes de formularle la pregunta que tenía prevista para la vicepresidenta Nadia Calviño, manifestó en nombre del grupo “popular” el «agradecimiento» al servicio que ha venido dando su presidente durante estos años.