Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

Una carrera de fondo a ritmo de campeón olímpico

Los goles de Leschuk y Corpas dan al Eibar su 17ªvictoria de la temporada, dos menos de las quenecesitó para ascender hace ocho años.

EIBAR 2

BURGOS 0


La temporada en Segunda es una larguísima carrera de fondo pero igual que para ganar una maratón olímpica hay que recorrer más de cinco metros por segundo de forma continuada durante dos horas largas, un ritmo inalcanzable para la mayoría, el camino a Primera exige un flujo continuo de puntos. Justo lo que está haciendo el Eibar, que, con las trece últimas jornadas por disputar, ha celebrado ya 17 victorias, solo dos menos de las que necesitó para ascender hace ocho años. Y lo mejor es que no ya mantiene, sino que acelera el ritmo según avanzan las semanas. Desde que perdió en Zaragoza hace casi tres meses, ha sumado 24 de los treinta puntos que ha disputado, enlazando tres empates y siete victorias, y en las seis últimas jornadas solo el Huesca ha sido capaz de hacerle un gol, que además no le valió para nada.

No es solo una cuestión de números, también de sensaciones. Concretamente la de que es un equipo poco menos que imbatible. A veces arrolla y a veces no le queda otra que tirar de efectividad pero casi siempre gana y eso refuerza su confianza, permitiéndole afrontar los malos momentos, que los hay, con total impasibilidad y mina la de sus rivales, que muchas veces acaban desesperados por saber que chocan contra una roca.

Así debió sentirse ayer el Burgos. Tres minutos necesitó el Eibar para adelantarse, gracias a la conexión entre Aketxe y Leschuk –las dos novedades del once–. Colocó un córner el vizcaino y cabeceó el ariete en el primer palo. Palo fue, precisamente, para un rival que recuperaba la defensa de cinco para protegerse de la pegada local y a las primeras de cambio se veía en desventaja. Mayor aún sabiendo que el Eibar ha ganado siempre que se ha adelantado.

También ayer, por mucho que intentaran evitarlo los blanquinegros. Un Burgos con buenas formas e intenciones pero que apenas pudo llegar en condiciones al área, menos aún inquietar a Cantero, que solo tocó un balón en toda la primera parte.

El Eibar se defendía con calma, a la espera de algún contragolpe que le permitiera sentenciar. No lo hizo en el primer tiempo, aunque las mejores ocasiones fueron suyas, pero sí aprovechó su primera acción en en el área tras el descanso para sentenciar, con una falta botada por Arbilla que tocaron Leschuk y Stoichkov antes de que Corpas cabeceara cruzado.

El Burgos no se resignó pero ya estaba condenado.

«Otros equipos también están como motos»

Feliz se reconoció Gaizka Garitano en sala de prensa, por la victoria y por la trayectoria de su equipo. Pero también precavido, con casi un tercio de temporada por delante y rivales directos que tampoco ceden.

«Estoy contento sobre todo por la solidez que estamos mostrando –explicó–. Hemos crecido mucho y estamos bien. Pero hay otros equipos que están igual que nosotros, es la noticia mala. Nosotros estamos muy bien, ganando mucho, el problema es que hay otros equipos que están como motos, así que va a hacer falta una puntuación altísima. Si queremos seguir donde estamos, vamos a tener que ganar todavía mucho y de continuo».

Ayer se logró, en un partido en el que fue importante «marcar pronto» y el «buen manejo» del partido de un Eibar que supo «leer los momentos».GARA