GARA
WASHINGTON

Ucrania desplaza a la economía en el discurso anual de Biden

La guerra en Ucrania obligó anoche al presidente de EEUU a cambiar su discurso sobre el estado de la Unión y relegar a un segundo plano cuestiones internas, aunque estaba previsto que la inflación, la mayor en los últimos 40 años, y los planes para bajar los precios ocuparan también un lugar importante. Se esperaban anuncios de proyectos económicos y sociales relacionados con el transporte marítimo, las residencias de mayores y la energía verde.

La guerra en Ucrania y la inflación en EEUU, que se sitúa en su nivel más alto en los últimos 40 años, eran los dos ejes centrales del discurso sobre el estado de la Unión que el impopular presidente estadounidense, Joe Biden, tenía previsto pronunciar anoche (madrugada en Euskal Herria) ante ambas cámaras del Congreso.

Con la popularidad de Biden en descenso y las elecciones legislativas cada vez más cerca, la Casa Blanca confiaba en aprovechar el discurso del mandatario para defender sus políticas a nivel nacional, sobre todo en el plano económico, y tratar de subir la moral de sus conciudadanos.

Pero la invasión rusa de Ucrania desbarató sus planes y obligó a Biden a dar un mayor peso a la política exterior en su discurso, en el que se esperaba que resaltara «la importancia de que EEUU sea un líder que defiende los valores» y sus esfuerzos para «unir al mundo», según la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

Al mismo tiempo, el mandatario quería dar prioridad al tema que, según las encuestas, preocupa más a los votantes estadounidenses y puede afectar a su voto en las elecciones de medio mandato en noviembre: la economía.

Pese al robusto crecimiento económico en el país, los estadounidenses están preocupados por la inflación, que en enero se disparó hasta el 7,5% y bate récords en cuatro décadas, algo que ha provocado que el índice de aprobación de Biden caiga hasta alrededor del 40%. Por eso, se esperaba que Biden delineara un plan para bajar los precios, incluidos los de los medicamentos, las primas de seguros de salud y los costes de la energía y el cuidado infantil.

Ese plan tendrá cuatro pilares: fabricar más en EEUU y fortalecer las cadenas de suministro; reducir el déficit; promover «una competencia más justa» para rebajar los precios y eliminar las barreras que impiden el acceso a empleos bien pagados.

También iba a anunciar una iniciativa para promover una mayor competición en la industria de envíos transoceánicos y nuevas medidas para mejorar las condiciones en las residencias para mayores, como el establecimiento de un mínimo de personal con el que trabajar.