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valladolid

Vox entra en el Gobierno de Castilla y León de la mano del PP

La ultraderecha entra por la puerta grande en el Gobierno de Castilla y León tras el acuerdo entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, que da a la extrema derecha la Vicepresidencia, tres consejerías y la Presidencia de las Cortes. Una «triste sorpresa» para el PPE.

El presidente en funciones de Castilla y León y candidato del PP a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco, anunció ayer que su partido y Vox alcanzaron un «acuerdo de legislatura» tras una reunión con el cabeza de lista de la ultraderecha, Juan García-Gallardo.

Poco después se informó de que García-Gallardo será el vicepresidente de la Junta y de que, además, Vox contará con tres consejerías y presidirá las Cortes castellano-leonesas.

Los cargos logrados por Vox en esta negociación son los mismos que obtuvo Ciudadanos en la anterior legislatura con un procurador menos, doce.

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, Javier Maroto, aseguró que Mañueco cuenta con el respaldo «completo» de la dirección del partido ante una decisión «difícil, valiente y responsable», y subrayó que el PSOE no les ha dejado otra opción al «bloquear cualquier alternativa para un Gobierno en solitario».

El candidato a presidir el PP, Alberto Núñez Feijóo, se desvinculó del pacto, aunque dijo respetarlo, y prosigue su campaña sin revelar si estaría dispuesto a reeditar en Moncloa la suma con Vox que ha quedado sellada en Valladolid.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, cargó contra Feijóo, al que acusó de abrir las puertas de los gobiernos a la ultraderecha. «La moderación de Feijóo era esto. El PP no engaña a nadie, da igual quién lo presida», escribió en Twitter.

La cuenta oficial del PSOE en la misma red social publicó un mensaje en el que califica de «indignante» ese pacto. «Castilla y León será la primera región en Europa gobernada por la extrema derecha», señaló, aunque eso no es así.

El candidato de UP, Pablo Fernández, denunció que la entrada de «el racismo, la xenofobia, el machismo, la involución en derechos y libertades en la Junta de CyL» es «una vergüenza y una ignominia para esta tierra».

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, afirmó que era «un día nefasto para la democracia», al entender que este acuerdo supone «un gravísimo error del PP, que legitima a un partido antisistema y antidemocrático».

El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, recibió como una «triste sorpresa» la noticia del acuerdo y dijo confiar en que sea «un incidente» y no una tendencia en el Estado español. En su opinión, Pablo Casado era una «garantía personal» para evitar «coqueteos con radicales» y «movimientos de extrema derecha como Vox».