Jon ORMAZABAL
PELOTA

La resiliencia de Laso-Imaz descose a los campeones

Las cuatro parejas llegan con opciones a la última jornada pero Elezkano-Zabaleta necesitan un milagro.

ELEZKANO-ZABALETA 18

LASO-IMAZ 22


Resiliencia es un término de esos de nuevo cuño que ha llegado para quedarse y viene a definir la capacidad que tienen las personas para recuperarse de situaciones complicadas y seguir avanzando hacia el futuro, una cualidad de la que Unai Laso y Ander Imaz parecen sobrados. Con su defensa, ayer ahondaron en las dudas de unos campeones que prácticamente han perdido el tren de este Parejas y han dejado todo abierto en una última jornada que cruzará a Elezkano-Zabaleta / Irribarria-Rezusta el sábado en el Labrit y a Altuna III-Martija –que no han certificado su pase a la final– y Laso-Imaz el domingo de nuevo en el Astelena eibarrés.

Sin llegar al excelso nivel de la víspera en el Labrit, Unai Laso y Ander Imaz completaron un gran partido, siendo fieles a sus características de pelear cada tanto que los han llevado a ser, posiblemente, la pareja más fiable del campeonato. Y en esa combinación, Unai Laso cumplió a la perfección esa labor de agitador que viene ejerciendo. Las frías estadísticas –7 tantos y 4 errores en juego– no hacen justicia con la labor del de Bizkarreta-Gerendain, que además de defender una barbaridad y ayudar a su zaguero, impuso un ritmo infernal que cambió el paso a sus rivales.

Y algo similar podríamos decir de un Ander Imaz cuyo gran campeonato pueda estar quedando algo ensombrecido por el brillo de su delantero, pero cuya solvencia está siendo clave en el éxito de la única pareja superviviente de Baiko. Ayer aguantó con solvencia a Zabaleta y sigue dando la impresión de terminar todos los partidos sobrado físicamente, mientras el resto lo hizo bastante justito.

Sin encontrar su patrón

Pero en el análisis del partido tampoco se puede pasar por alto que, mientras los de Baiko fueron en todo momento fieles a su estilo, Elezkano y Zabaleta no han llegado a estas semifinales en su mejor momento y no pudieron hacer lo propio. El éxito de la combinación txapeldun de 2021 pasa por el dominio que el de Etxarren viene ejerciendo en la zaga en los últimos meses y, sin la tiranía del navarro, como ayer, las posibilidades del binomio se diluyen.

Y, por mucho de que la confianza de Zabaleta en su derecha no es la que solía, el de Sakana sigue dominando en muchos peloteos, pero lo que realmente acusa es que esa falta de certidumbre se ha traducido en errores que habitualmente no comete, en una falta de continuidad que es donde se fraguaron las rentas azules.

Y sin ese dominio de su zaguero, la peligrosidad de Danel Elezkano también decae varios enteros. El de Zaratamo comenzó valiente, con ganas de ser protagonista, pero sin opción ayer de esperar a que le llegara la oportunidad de poner la puntilla, y cometió también algún que otro error de más.

Tantos como el 4-7, con dos faltas de entendimiento entre los vigentes campeones consecutivas, fueron el claro ejemplo de esas dudas a las que Laso-Imaz sacaron provecho.

En esta tesitura, los de Baiko se hicieron con el control del partido desde el inicio del mismo y los de Aspe no acertaron a jugar contra el resultado. De lo malo, tras ir perdiendo 13-20, arreglaron algo su derrota, que les deja, al menos, unas pocas opciones de cara a un triple empate a un punto que es su única opción de repetir final. Pero ni las matemáticas, ni sobre todo, su juego, avalan esta opción.