Mikel Retegi (Barañain, 2001) es cuarto en la Copa de España, segundo sub’23 por detrás del ruso Gleb Syritsa, que no podrá volver a competir por la sanción al Lokosphinx, tras demostrar con su segundo puesto del domingo en el alto de Alkiza en la Aiztondo Klasikoa su progresión y su mejoría en las subidas.

En su reducido primer año como sub’23 por el covid ganó el campeonato navarro contrarreloj, en el segundo en Zornotza y en la primera etapa de la Vuelta a Valencia y en su tercero ha sido decimocuarto en el Guadiana, octavo en el Guerrita y segundo en Aiztondo en las tres pruebas de la Copa de España.

El navarro recuerda que «las dos primeras no fueron fáciles porque tuve algún problema mecánico que te pone nervioso y en ésta nos ha ido todo de cara y se ha visto en el resultado. He hecho una buena pretemporada, con mucha ilusión, y en los puertos he dado un salto. Mantengo el peso, pero he realizado más entrenamientos con subidas. Me encontraba bien y ahora en las carreras se confirma».

Líder del Lizarte en la Copa

En Aiztondo se demostró que es el líder del Lizarte en la Copa con el sacrificio por él de dos buenos escaladores como Sinuhé Fernández y Pablo Castrillo: «Todo el equipo estamos en muy buena forma y en principio en la Copa confían en mí por la velocidad en sprints que otros no tienen. Algunos para arriba andan más y ya llegará el momento en que pueda ayudarles a conseguir los objetivos».

Todos los que han ganado la Copa desde 2015 corren en profesionales, pero Retegi prefiere «centrarme en este año. El primer objetivo es la Copa y lo otro si tiene que llegar llegará, pero no está solo en mis manos. En la Copa es difícil ponerse un objetivo, prefiero ir carrera a carrera y hacerlo lo mejor posible en cada una hasta donde nos lleve».

Elogia a Diego Uriarte tras su gran escapada en Aiztondo: «Hizo un carrerón. Me gusta tenerlo a mi lado tanto por lo que anda como por la confianza que me da. Somos amigos desde pequeños, empecé en la bici impulsado por él y siempre hemos corrido juntos. Sabe relajarme en los momentos en los que me pongo nervioso y la cabeza se me empieza a ir. Somos bastante diferentes. Él es más un rodador potente capaz de enfilar el pelotón en cualquier momento. Quizás por el tipo de carreras que hay en la Copa no lucen tanto este tipo de corredores, pero son muy importantes».

No le sorprendió que Fernando Tercero le ganara en Alkiza pese al desgaste de su fuga con Sinuhé Fernández porque «es un gran ciclista que nos aprieta mucho para arriba. Me imaginaba que iba a arrancar y estaba esperándolo. Al primero pude salir, me volvió a atacar y ya no logré responder, pero puede que sea el mejor escalador de la categoría y aguantarlo hasta el final es un plus de motivación».

El Lizarte eliminó dudas: «En las primeras carreras se notó la falta de ritmo porque los demás habían corrido antes grandes pruebas y cuando apretaban nos faltaba un punto extra, pero tenemos un equipo de lujo para ganar las mejores carreras».

La carrera de casa

En su calendario tiene toda la Copa que acaba el 15 de mayo y la Vuelta a Nafarroa del 26 al 29 de ese mes: «Habrá que ver cómo acabo de forma la Copa, pero al ser la carrera de casa y con mucho nivel es mi otro objetivo. La intención es mantener el nivel hasta entonces. Es un reto difícil, sobre todo mentalmente estar tanto tiempo cuidándome y entrenándome bien, pero es el año para intentarlo».

La siguiente prueba de la Copa llega el lunes en Ontur: «Es llana e intentaré hacer el mejor puesto en el sprint masivo que se prevé y sacar los máximos puntos». Hay una carrera que le atrae: «Todos los de la categoría soñamos con el Valenciaga. Quizás sea demasiado duro el final para mí, pero sería la que más ilusión me haría. Es diferente a Aiztondo, con esfuerzos más cortos, que tienes que ir bien colocado para evitar el látigo. El Valenciaga es más de guardar en el pelotón y cuando llegue el momento en Arrate tener el gas para apretar hasta el final».

En su mejoría en las subidas ve que «los que más me gustan son los puertos largos, subir a un ritmo bastante alto sin que te llegues a ahogar como te pasa en subidas de diez minutos».