Ruben PASCUAL
TRAICIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL AL PUEBLO SAHARAUI

Sánchez sobre el apoyo a Rabat: «Nunca es tarde si la dicha es buena»

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, seguía resistente a desvelar la letra pequeña del acuerdo que ha llevado al Gobierno español a cambiar su postura histórica respecto al Sáhara Occidental. Pedro Sánchez calificó el pacto con Marruecos de «extraordinario» y «equilibrado para ambas partes», obviando al pueblo saharaui.

(gara)

Pasar de ser «espectador» a ser «actor» en un conflicto que «dura ya 46 años» y que «si no hacemos algo, durará 46 más». Esa fue la idea que el ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, sostuvo ayer en el Congreso de los Diputados para defender el respaldo del Ejecutivo de Pedro Sánchez al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental.

En respuesta a sendas preguntas de EH Bildu y PP durante la sesión de control al Ejecutivo, Albares defendió que «España lo que tenía antes era una ‘no postura’» y estaba a la expectativa de «lo que hacían otros». Indicó que ahora quiere convertirse en «actor» apoyando los esfuerzos del enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura.

El ministro evitó en todo momento responder a las críticas por el hecho de que una noticia tan trascendente la diera a conocer en primer lugar la Casa Real marroquí y que, después, haya sido otra filtración, en este caso publicada por el diario “El País”, la que reveló el contenido de la carta que Pedro Sánchez envió a Mohamed VI, rey de Marruecos, para ponerse de su lado en el conflicto por el Sáhara Occidental.

Albares obvió también que le hayan afeado haber tomado esta decisión sin ponerla siquiera en conocimiento ni de sus socios de coalición ni de aquellos que apoyaron la investidura, y que tampoco se haya consultado con la oposición, como le hicieron ver tanto el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu como Valentina Martínez, del PP.

Tampoco quiso aclarar qué es lo que busca ganar el Gobierno español con este cambio, que por de pronto ha desencadenado una triple crisis: una con el Frente Polisario, otra «de consecuencias imprevisibles» con Argelia, y una tercera a nivel interno en el Estado, como subrayó Iñarritu, que acusó a Albares de «hacerse el sueco» y no responder a sus preguntas.

«No se trata de que España gane nada», sino de «contribuir a desencallar un conflicto que si no hacemos algo durará 46 años más», reivindicó el ministro, sosteniendo que José Luis Rodríguez Zapatero ya apoyó el plan de autonomía presentado en 2007 y añadiendo que en las reuniones de alto nivel con Marruecos durante el Gobierno de Mariano Rajoy, las actas recogen el «mismo lenguaje» empleado ahora por el Ejecutivo en la carta que Pedro Sánchez envió a Mohamed VI.

Albares anunció, horas más tarde, que el próximo 1 de abril realizará un viaje oficial a Marruecos para articular la «nueva etapa» abierta. «Mi agenda incluye la normalización completa de las conexiones marítimas, de la que hoy mismo he hablado con mi homólogo marroquí», indicó.

En el orden del día figuran también el diseño del operativo de la próxima Operación Paso del Estrecho, cancelada en años anteriores por la pandemia, así como «el restablecimiento, de forma controlada, de la circulación de personas y bienes» entre ambos Estados.

Desde Ceuta y Melilla

Por su parte, Pedro Sánchez evitó dar explicaciones en el Congreso y se remitió a su comparecencia en sesión plenaria prevista para el día 30 de marzo. Sin embargo, poco después se desplazó a Ceuta y Melilla, y desde allí se refirió al acuerdo con Marruecos, que pone fin a una crisis «insostenible», garantiza la «integridad territorial de ambos países» y sienta las bases para una relación «mucho más sólida» en seguridad, movilidad e inmigración. «Nunca es tarde si la dicha es buena», aseguró.

Acompañado por el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, Sánchez explicó que desde que visitó la ciudad hace diez meses, coincidiendo con la crisis migratoria, se ha hecho un trabajo con Marruecos que ha permitido un acuerdo «extraordinario» y «equilibrado para ambas partes», obviando al Sáhara Occidental.

 

«Trukerako txanpon gisa nahi gaituzte, baina ez diegu utziko»

Espainiak Marokok saharar lurralde okupatuetarako 2007an egindako proposamena aitortzeak ez du «ezustean» harrapatu Garazi Hach Embarek Irizar euskal saharar ekintzailea. Nolabait «espero» zuen, Espainiak beti funtzionatu duelako gatazka honetan berdin, «Marokoren xantaia eta azpijokoei men eginez. Neutralak direla diote, baina beti traizionatu gaituzte. PSOEk Marokoko diktadorearekin harreman onak ditu. Laguntza humanitarioa eta beste bai, aurpegi zuriketa, baina traizioa beti», adierazi zion atzo Garazi Hach Embarek Irizar euskal saharar ekintzaileak NAIZ Irratiari.

Bake plana 1991n martxan jartzerakoan, Nazio Batuen Erakundearen erresoluzioa «itxaropen iturri» zen sahararrentzat. Denbora asko pasa da, ordea, eta Hach Embarekek jada ez du federik nazioarteko komunitatean, erresoluzioak ateratzea erraza zaielako, baina ondoren «azpiko interesekin» mugitzen direlako.

Sanchezen aurretik ere Juan Carlos Borboikoak eta Gonzalez eta Zapaterok traizioa egin ziela ohartarazi zuen. Oraingo adierazpenen atzean zer dagoen galdetuta, esan zuen «berdin» zaiola, «bidegabekeria delako, giza eskubideen kontra ari delako. Hagako tribunalak esandako genozida horren alde egiten ari da», salatu zuen. «Trukerako txanpon gisa nahi gaituzte, baina ez diegu utziko. Nazio Batuen babesik gabe aurrera joko dugu, gure babesa Aljeria da; inportantea da zer egingo duen». «Bidean eroritakoengatik» borrokan jarraituko dutela ziurtatu zuen.Oinatz AIZPURU - NAIZ IRRATIA