Al menos seis personas murieron y once resultaron heridas ayer en dos explosiones frente a una escuela para niños en el barrio de Abdul Rahim Shahid, en el oeste de Kabul, mayoritariamente poblado por miembros de la comunidad chií hazara.

El barrio de Dasht-e-Barshi ha sido escenario de diversos ataques reivindicados por el Estado Islámico-Khorasan (EI-K), que considera a los hazaras como herejes.

Según informaciones recogidas por la cadena de televisión afgana Tolo TV, las explosiones tuvieron lugar cuando los alumnos abandonaban sus clases en el instituto. Una tercera explosión se produjo en un centro de formación de inglés situado a pocos kilómetros.

El coordinador humanitario de Naciones Unidas para Afganistán, Ramiz Alakbarov, condenó el «horroroso ataque». «La violencia en las escuelas o sus alrededores nunca es aceptable. Para el pueblo afgano, ya afectado por 40 años de guerra, las escuelas deben ser lugares seguros y sitios donde los niños puedan aprender», remarcó.