Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Iker Barandiaran aprovecha las pocas llegadas al sprint

Dio al Eiser su primera victoria en cinco años tras ser además cuarto en Zumaia y sexto en Zamora en las tres carreras que ha podido disputar. Reclama más opciones para ciclistas que no son escaladores.

Iker Barandiaran (Lazkao, 2001) logró el domingo en Durana en una de las pocas opciones que ofrece el calendario vasco a los sprinters el primer triunfo del Eiser desde que Nico Sáenz ganó la etapa reina en Zamora y Alain Ramírez en Amurrio en 2017.

Lamenta que «soy rápido, pero en el calendario vasco hay pocas carreras llanas y tenemos que aprovecharlas bien. Aquí todas las carreras son para escaladores y debería haber más llanas. No solo para los sprinters, también para los rodadores. Pueden poner puertos, pero que los últimos 30 kilómetros sean llanos para que se pueda llegar más fácil al sprint que si ponen un puerto a falta de diez».

Barandiaran apunta que «te cuesta terminar las carreras. Si haces puestos ves que mejoras, pero no es fácil. El año pasado mi mejor puesto fue el quince al sprint. Si tienes más opciones ves la progresión y te motivas. Este año he disputado solo tres al sprint. Fui cuarto en Zumaia, sexto en Zamora y he ganado la tercera, pero gente que anda bien subiendo tiene cada fin de semana una oportunidad».

Barandiaran recuerda que «en Zumaia arranqué demasiado lejos. Vi que podía ganar, no hice un buen sprint y se me hizo larga. En Zamora había mucha gente buena y estuve escapado con Berasategi hasta falta de cinco kilómetros y luego al sprint hice sexto. Y eso que me quedé cerrado, tenía fuerzas».

Con esos precedentes el Eiser trabajó para él en Durana: «El equipo me ayudó bien. Me llevaron adelante y pude rematar en el repecho final. Fui a rueda de Daniel Cavia, que me dejó a falta de 200 metros, sprinté y gané a Andoni López de Abetxuko, el líder de la Copa de España, a Berasategi, que anda muchísimo, y a Rodrigo Álvarez, que ganó el año pasado el Guadiana. Eso da más valor al triunfo».

Así logró una victoria «completamente diferente» a la de Elgoibar como junior: «Entonces era un juego y aquí es mucho más serio, con más entrenamientos y 200 participantes de mucho nivel. En el momento no siento nada. Levanto los brazos y ya está, pero no había ganado en tres años. Muchos corredores de otros equipos y amigos como Berasategi, con el que me entreno casi siempre, los compañeros y los directores me vinieron a felicitar y ni me lo creía».

Eiser por la baja de Laboral Kutxa

Barandiaran llegó al Eiser el pasado año con Imanol Álvarez y Jokin Sarasola tras causar baja en el Laboral Kutxa, con el que apenas corrió por la pandemia en su primer año sub’23 cuando pertenecía al Goierriko, con el que comenzó con 10 años. Al pasar el equipo a la estructura de la Fundación se quedó sin plaza y está encantado con el Eiser.

«Estamos muy contentos, es muy buena gente y este año tenemos cinco o seis corredores que andamos entre los diez primeros. Nos faltaba rematar. Lo he logrado yo, pero cualquier otro puede ganar y si salen bien las cosas podemos hacer una buena temporada», destaca.

Enumera a los puntales del Eiser: «Fergus Robinson es inglés, vive en Durango, el año pasado vino tarde por el covid y el brexit, pero éste está más concentrado y muy fuerte. Imanol Álvarez ha estado enfermo y le está costando, pero se pondrá fuerte. Cavia se ha caído dos veces y se ha abierto la rodilla, pero el año pasado fue cuarto en la general de Cantabria y segundo en Altsasu. Ander Ganzabal se proclamó campeón de Bizkaia el jueves, viene del triatlón y anda mucho. Es más fácil trabajar para alguien que puede ganar que para hacer décimo».

Agradece además tener un director como Beñat Intxausti: «Tiene mucha experiencia y nos da buenos consejos. Cuando vamos en carrera siempre transmite tranquilidad. Ha estado de líder y ha ganado etapas en el Giro. Confiamos en él porque sabe más que todos nosotros».

Barandiaran espera progresar más tras acabar sus estudios: «Ahora tendré más tiempo para entrenarme y ver si mejoro más para disputar carreras que no son del todo llanas. Los puertos los subo cada vez un poco mejor. No estoy para pasarlos con los de adelante, pero intentaré llegar en grupitos, porque para el sprint solo queda Amurrio».

No sabe las vueltas en las que correrá para buscar opciones al sprint y sí quiere volver a aprovechar la oportunidad este domingo en la prueba de la Copa de España de Valladolid a la que ha sido invitado el Eiser: «A ver si aguanto las cotas y puedo llegar a disputar el sprint».

Pese a su progresión asume que «ser ciclista profesional no lo veo porque aquí no está muy valorado un sprinter. No hay carreras y, o arrasas en todas las llegadas, o no pasas. Por eso no hay casi ningún velocista español en profesionales».