Tras vencer en Mestalla, Osasuna sueña con pelear hasta el último momento por la séptima plaza, un complicado reto que ganaría muchos enteros si la escuadra navarra consigue doblegar al líder, quien no pierde en El Sadar desde hace más de una década, allá por 2011.

Los pupilos de Jagoba Arrasate viven un buen momento de resultados como locales, después de haber encadenado tres victorias frente a Levante, Villarreal y Alavés. Prolongar esa racha casera coincidiendo con la visita del Real Madrid sería todo un espaldarazo para acometer la última fase del campeonato liguero.

Nadie pone en duda la dificultad de la empresa, dado que los merengues solo han perdido en dos salidas –Espanyol y Getafe–, además del tropiezo de hace un mes frente al Barcelona en el Bernabéu. Si a ello le sumamos que vienen de salir airosos de dos peliagudas situaciones frente a Chelsea y Sevilla, el reto aún tiene más mérito.

Graderío entregado

Las dos escuadras no podrán contar con sus anclas incuestionables –Torró y Casemiro–, además de que el técnico blanco, Carlo Ancelotti, reserva a Luka Modric para las semifinales europeas de la próxima semana frente al Manchester City. Por contra, sí que estarán en el césped iruindarra Benzema y Courtois, dos de los principales protagonistas de los recientes éxitos madridistas. Enfrente, Osasuna contará con la inestimable ayuda de un graderío consciente de lo especial de este partido.