GARA

SEQUÍA Y GUERRA DISPARAN LA HAMBRUNA EN ÁFRICA

Save the Children alertó ayer de que la sequía, a la que apunta el mal comienzo de la temporada de lluvias, sumada a la guerra en Ucrania pueden provocar una escalada de los precios de los alimentos que termine generando una hambruna catastrófica en la zona del Cuerno de África.

La combinación de la sequía y de la guerra de Ucrania puede provocar una subida del precio de los alimentos que llegue a generar una hambruna catastrófica en el Cuerno de África, según alertó ayer Save the Children. De acuerdo con los cálculos que hizo públicos a través de una nota, más de 16 millones de personas, incluidos niños y niñas, «ya necesitan urgentemente ayuda alimentaria en Somalia, Kenia y Etiopía, países que se enfrentan a una cuarta temporada consecutiva de lluvias por debajo de la media».

Kenia y Etiopía solo han recibido precipitaciones poco copiosas tras siete semanas de temporada de lluvias. Los pronósticos del Departamento Meteorológico de Kenia y el Centro de cultivos para alerta temprana de Etiopía apuntan a una temporada por debajo de la media, así que advierten de que esto podría llevar a más personas a una situación desesperada. «Ya hay 3,5 millones de personas en Kenia que carecen de alimentos y hasta 6,5 millones de personas en el sur de Etiopía necesitan ayuda», recordó la ONG.

En Somalia, casi un tercio de la población, 4,8 millones de personas, se enfrentan a una grave escasez de alimentos y la ONU ha alertado sobre una inminente hambruna en tres meses debido al fenómeno meteorológico La Niña –que provoca la sequía–, la asistencia humanitaria inadecuada y el aumento del precio de los alimentos. Esta situación «ha generado temores de que se repita la hambruna de 2011, que acabó con la vida de 260.000 personas, la mitad de ellas menores de cinco años», alertó.

El personal de Save the Children en Somalia señaló que solo unas pocas zonas del país azotado por la sequía habían recibido pequeñas precipitaciones tras dos semanas de la temporada de lluvias. Los pronósticos muestran una mayor probabilidad de lluvia por debajo del promedio esta temporada de abril a junio en el centro y sur de Somalia, donde «millones de pastores se han visto obligados a abandonar sus hogares para vivir en campamentos de desplazados».

El coste de los alimentos en la región ya mostraba una tendencia al alza, impulsada por las crisis climáticas, las plagas de langostas, los conflictos y la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19. Pero «la escalada del conflicto en Ucrania está provocando estragos socioeconómicos más allá de sus fronteras», destacó la ONG.

En este sentido, explicó que el pan es un alimento básico en esta zona y el trigo y los productos derivados de él representan un tercio del consumo medio de cereales en la región. La demanda se cubre principalmente con importaciones (84%), de las cuales, el 90% de las importaciones de trigo provienen de Rusia (72%) y Ucrania (18%), teniendo un precio al alza en las últimas semanas.

Además, Rusia y Ucrania también representan casi las tres cuartas partes de las exportaciones mundiales de aceite de girasol, otro producto muy utilizado en la región.

De acuerdo con los datos recabados por Save the Children, en Puntlandia, el precio de la harina de trigo ha pasado de 26 a 32 dólares el saco de 50 kg, y hasta 36 dólares en las ciudades de Garowe y Qardho. En Mogadiscio, la capital de Somalia, el precio de un envase de tres litros de aceite para cocinar ha pasado de tres dólares a nueve.  

En Etiopía, el precio del sorgo y el maíz aumentaron un 9% y un 4%, respectivamente, entre febrero y marzo, mientras que su alimento básico rico en proteínas, el teff, experimentó un aumento del 1%, de 0,93 dólares el kilo en marzo a 0,94 dólares en abril.

El personal de Save the Children también mostró su preocupación por el impacto a largo plazo en la producción de alimentos debido al aumento de los precios de los combustibles y al aumento de los costes de los fertilizantes. Rusia es el mayor exportador mundial de fertilizantes nitrogenados y el conflicto ha hecho subir los precios en un momento en que el que la principal temporada de siembra (que va de marzo a mayo) está en marcha en África.

En Kenia, el precio de una bolsa de fertilizante aumentó un 50% el año pasado, alrededor de 60 dólares, y ha subido aún más, a 70 dólares, desde el 24 de febrero. «Esto supone que los pequeños agricultores utilizan menos fertilizantes, hecho que supondrá una menor productividad, mientras que los agricultores a gran escala se verán afectados por los costes de combustible para tractores y otra maquinaria», explicaron.

«Dado el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y el combustible en Somalia y el Cuerno de África, reiteramos que ahora es el momento de actuar y evitar una catástrofe», afirmó Mohamud Mohamed Hassan, director de Save the Children en Somalia. En este país, más de 720.000 personas han abandonado sus hogares en busca de alimentos y agua en los últimos ocho meses.

En Kenia, los casos de desnutrición se están disparando. Más de 755.000 niños requieren tratamiento urgente por desnutrición aguda, así como 103.000 madres embarazadas y lactantes.

En el caso de Etiopía, al menos 8,1 millones de personas necesitan ayuda alimentaria inmediata, con más de 286.000 personas obligadas a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua. Save the Children calcula que las familias de pastores han perdido ahora más de 1,46 millones de cabezas de ganado. Esto ha llevado a que los niños se queden sin acceso a la leche, su principal fuente de nutrición, con hasta 890.000 menores de cinco años que ahora sufren de desnutrición.

La ONU ha hecho un llamamiento humanitario para conseguir 4.400 millones de dólares para Etiopía, Kenia y Somalia, pero la financiación es extremadamente baja, con la preocupación de que el conflicto de Ucrania esté dominando la atención internacional y haciendo que otras crisis globales pasen desapercibidas.