GARA
ivry sur seine

«Habrá decepcionados» por la decisión del PS francés sobre el pacto de izquierdas

La discusión del Consejo Nacional del PS del histórico acuerdo con La France Insoumise para las elecciones legislativas, que varias de sus figuras importantes rechazan, amenazaba ayer con implosionar el partido.

«Les pido que sean responsables», dijo la número 2 del partido, Corinne Narassiguin, al abrir la reunión en Ivry-sur-Seine. Los esfuerzos del primer secretario, Olivier Faure y sus lugartenientes para cerrar el acuerdo con LFI, ecologistas y comunistas, no eran los últimos que debían hacer para salvar a la mayoría de los escaños socialistas. Faure reconoció que votación del Consejo «no será una formalidad, todo lo contrario. Habrá decepcionados».

«Estamos claramente en un espacio que es el de la izquierda y debemos considerar que hoy la izquierda necesita unirse para poder ganar», argumentó para defender la alianza.

El pacto podría garantizar al PS una veintena de distritos electorales a costa de sacrificar tres de los que ahora dispone. La Asamblea cuenta con 26 diputados del PS, más tres cercanos. A pesar de «reservas sobre Europa», la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, apoyó el acuerdo, al igual que varios alcaldes de ciudades importantes (Nantes, Marsella o Nancy).

La dirección, sin embargo, se enfrentó a la rebelión de varias personalidades del partido como François Hollande, que criticó el fondo y los distritos repartidos en el acuerdo mientras que su ex primer ministro, Bernard Cazeneuve, cumplió su amenaza de abandonar el partido. Otro exjefe de Gobierno, Jean-Marc Ayrault, deploró un «parche» que supone «una forma de renuncia» que corre el riesgo de fracturar al PS. Todos se sienten ofendidos por una alianza con un antagonista histórico, Jean-Luc Mélenchon. Pero también por la inclusión de la eventual «desobediencia» a tratados europeos o varias medidas sociales.