Los bomberos se vieron ayer desbordados por la coincidencia de varios fuegos en Nafarroa y su virulencia, incentivada por el fuerte calor. Por la tarde se declararon varios incendios forestales y obligaron al desalojo de vecinos de las localidades de Obanos, Legarda, Muruzabal, Belaskoain, Zabaltza, Ubani, Argiñaritz y de la zona sur de Gares, así como de Valtierra, de forma parcial. También hubo evacuaciones en Mendigorria, Astrain, Etxarri, Ziriza, Elio y Bidaurreta. En el parque Sendaviva, en Arguedas, se desalojó a 2.500 personas al avanzar descontrolado el fuego de gran envergadura que se declaró en una zona próxima a las Bardenas. A primera hora de la noche, los vecinos de Obanos y Muruzabal pudieron regresar a sus viviendas, una vez que hubo pasado el mayor peligro.

A última hora de la tarde se mantenían incendios en Arguedas, en la falda de Erreniega entre Gares -donde se instalaron camas para acoger a las personas evacuadas- y Muruzabal, en la Sierra de Alaitz y en Arroitz. Además, el fuerte calor reinante reavivó las llamas del incendio que se había dado por controlado entre las localidades de Olleta y Leoz.

Como consecuencia de todo ello, se tuvo que cortar la Autovía del Camino entre sus kilómetros 9 y 19 en ambos sentidos, y la NA-1110 (Galar-Viana) entre sus kilómetros 0 y 17, en ambos sentidos. También se cortó la NA-601 (Campanas-Lerín) en su kilómetro 4, en sentido Gares.

Ante la gravedad de la situación, el Gobierno de Nafarroa activó el Nivel 2 del Plan de Emergencias por Riesgo de Incendios Forestales y pidió de nuevo la colaboración al Estado de medios aéreos e incluso de la Unidad Militar de Emergencias, dado que todos los bomberos disponibles en Nafarroa trabajaban a destajo para controlar todos los focos de fuego. Además, se pidió el desalojo del pantano de Allotz para facilitar la recogida de agua por los medios aéreos.

Situación «crítica»

El vicepresidente primero del Gobierno navarro, Javier Remírez, reconoció en declaraciones a los periodistas que la situación era «sensible, muy crítica y complicada» por los diversos incendios y pidió «tranquilidad y responsabilidad», así como «confianza» en los recursos del Ejecutivo para afrontar esta crisis.

Excepto dos técnicos de emergencias sanitarias que fueron trasladados a un centro sanitario por inhalación leve de humo, los fuegos no provocaron daños personales, pese a la evacuación de 2.500 personas del parque Sendaviva en Arguedas, o el cerca de millar de vecinos que en conjunto sumaban los evacuados del resto de localidades.

Remírez insistió en hacer un «llamamiento a la tranquilidad» por tener «plena confianza en nuestros profesionales», y un «llamamiento a la responsabilidad, para que toda la ciudadanía de las zonas más cercanas a los incendios permanezcan en sus domicilios sin salir a la calle a ver la situación». También recomendó no realizar tareas agrarias con maquinaria como cosechadoras, empacadoras y similares ante el riesgo extremo de incendio.