Nagore BELASTEGI MARTIN

Alumnos de Leinn ayudan a los mayores con las nuevas tecnologías

Aunque la pandemia ha acelerado la digitalización de los mayores, quienes no se han adaptado a las nuevas tecnologías se han distanciado de ellas aún más. Además, el 68% de las personas mayores no tienen habilidades suficientes como para usarlas en su día a día. Para ayudar a reducir la brecha digital, ha nacido el proyecto Konekta-tu.

Miguel Letamendi, junto a una alumna asistente a los talleres de Konekta-tu.
Miguel Letamendi, junto a una alumna asistente a los talleres de Konekta-tu. (BENNU TEAM COMPANY)

Un grupo de alumnos del grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación (Leinn) de Mondragon Unibertsitatea ha puesto en marcha una iniciativa para ayudar a reducir la brecha digital que se ha ampliado durante la pandemia.

La carrera es muy práctica y consiste en crear una empresa y, mediante la misma, aprender con proyectos. En este caso, la empresa Bennu Team Company, compuesta por 17 alumnos, ha puesto en marcha el proyecto Konekta-tu liderado por María Bela y Miguel Letamendi para ayudar a las personas mayores a entender las nuevas tecnologías.

El proyecto tiene su origen en el Hackathon de marzo de 2021 impulsado por la compañía de telefonía móvil Guuk, en la que plantearon la problemática de la brecha digital. De hecho, según el INE, la pandemia aceleró la digitalización y en 2021 el 73,3% de las personas entre 65 y 74 años utilizaba internet. Sin embargo, quienes no se han adaptado a las nuevas tecnologías se han distanciado más de ellas, sufriendo mayor aislamiento. A su vez, el 68% de las personas mayores no tienen suficientes habilidades digitales para utilizar las nuevas tecnologías en su día a día.

Ayudar en esa situación mientras que favorecen la relación intergeneracional es el objetivo de Konekta-tu, una empresa sin ánimo de lucro. «Pensamos que era una muy buen idea que jóvenes universitarios ayudáramos a personas mayores en los ámbitos tecnológicos básicos para el día a día. Además, lo estamos haciendo en las universidades para que ellos vengan y estén en un ambiente distinto», explica a GARA Miguel Letamendi, alumno de segundo curso y uno de los impulsores de la idea.

Bela y Letamendi, junto a otros 10 compañeros, ofrecen clases en los campus de Irun, Bilbo, Oñati, Iruñea y Gasteiz. En principio son ocho clases, dos a la semana y de una hora cada día en las que los formadores enseñan cómo apuntarse a la lista de Robinson, nociones sobre el servicio de mensajería instantánea Whatsapp, cómo sacar provecho de la banca online, a usar las redes sociales e, incluso, les introducen en el mundo de la realidad virtual. «La mayoría ya conocen un poco Facebook, así que les ayudamos según sus necesidades», comenta sobre su interés en las redes sociales.

De momento, tanto alumnos como formadores, están muy contentos y están pensando en volver a organizar más talleres. Para ello, los interesados pueden llamar al número 623165837, y dependiendo de dónde son, se les meterá en un grupo u otro.

RELACIONES INTERGENERACIONALES

Letamendi asegura que aunque la brecha digital respecto a los mayores es amplia, no sucede lo mismo con las generaciones que han vivido la transición tecnológica; esos que nacieron y crecieron con lo analógico, y comenzaron a usar lo digital en su adolescencia o juventud.

Por otro lado, el joven estudiante ve su trabajo de formador como una oportunidad de aprender de las tecnologías obsoletas. Está claro que los mayores tienen mucho que aprender de los jóvenes, pero también sucede a la inversa. «Tienen mucho miedo porque lo desconocen, pero realmente ellos han comenzado con unos avances tecnológicos enormes. Yo no soy capaz de grabar con una cinta u otras cosas que ellos sí saben. Ellos nos van contando cosas, dónde trabajaban… han estado en contacto con la tecnología hasta hace nada, pero como se ha acelerado todo, lo han rechazado y ahora estamos ahí para ayudarles y que lo vayan pillando», comenta.

Tal y como se recoge en el Libro Blanco sobre Envejecimiento Activo, las relaciones intergeneracionales son claves para lograr un envejecimiento activo de la sociedad ya que se considera que se envejece mejor si cada persona acepta y desarrolla una conciencia generacional propia y unas adecuadas prácticas intergeneracionales. El proyecto Konekta-tu pone en valor esta afirmación y afronta este reto desde la acción.