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Bennett da el relevo a Lapid a la espera de que la Knesset oficialice el fin de la legislatura

Yair Lapid y Naftali Bennett, ayer.
Yair Lapid y Naftali Bennett, ayer. (Ronen ZVULUN | AFP)

El primer ministro saliente de Israel, Naftali Bennett, celebró ayer su último Consejo de Ministros antes de dejar el poder en manos de su principal compañero en su fallida coalición de Gobierno, el ministro de Exteriores, Yair Lapid. Este podría tomar mañana el mando del país si la disolución del Parlamento (Knesset) se hace efectiva esta noche, tal y como adelantaban medios locales, e iniciaría el camino hacia las quintas elecciones en cuatro años, que podrían celebrarse a finales de octubre o principios de noviembre.

En su despedida, Bennett aseguró que fue «un Ejecutivo efímero», pero «con grandes logros». «Pronto, desafortunadamente, el Estado de Israel se encaminará a elecciones», por lo que «ciertas acciones gubernamentales no serán posibles», añadió Bennett, que instó a los ministros a acelerar medidas pendientes antes de la disolución parlamentaria.

Israel sigue pendiente de la votación en la Knesset que oficialice el fin de legislatura y la convocatoria de comicios, aunque la oposición que lidera el ex primer ministro Benjamín Netanyahu busca obstaculizar ese proceso para ganar tiempo y lograr un Ejecutivo alternativo de derechas sin ir a elecciones. Pero Netanyahu no cuenta con las simpatías necesarias para volver al poder, dado además que se enfrenta a tres casos de corrupción.

Según los sondeos, en caso de celebrarse hoy comicios, ni el bloque anti-Netanyahu ni el favorable al ex jefe de Gobierno alcanzarían una mayoría clara para formar un Ejecutivo, lo que podría abocar de nuevo al país a una imparable espiral electoral.