EDITORIALA

La prioridad debe ser el interés general del país

Los trabajadores de la fábrica de Mercedes Benz de Gasteiz han cumplido ya seis jornadas de huelga en lucha por un convenio digno. Demandan una subida salarial que tome como referencia el IPC y rechazan el sexto turno nocturno. Mercedes Benz es una de las compañías más grandes de Euskal Herria por número de trabajadores que emplea, además de ser una empresa clave en el tejido productivo de Araba, por lo que todo lo que ocurre en ella tiene una gran trascendencia económica y también política.

Desde ese punto de vista hay que entender el viaje que el pasado miércoles protagonizó una delegación del Gobierno de Gasteiz encabezada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, a la sede de la multinacional en Stuttgart. Si bien Urkullu negó que tuviera nada que ver con la negociación del convenio, sus manifestaciones fueron una interpelación a los trabajadores en huelga para que cedieran en sus exigencias. De la misma manera, Tapia hizo apología de la flexibilidad que la empresa exige a los trabajadores. Objetivamente la visita fue un respaldo a la multinacional que trató de aprovechar el aval para dividir a los huelgistas. A pesar de las disensiones entre los sindicatos, la plantilla se mantuvo firme y la empresa finalmente ha decidido renunciar al sexto turno nocturno y continuar la negociación. Cerrar el convenio con un acuerdo sería, desde luego, una buena noticia, tanto para los trabajadores directamente implicados, como para el resto de trabajadores de Euskal Herria, que tendrían una buena referencia para sus propios convenios.

Con su viaje a Alemania, Iñigo Urkullu recordó al presidente de General Motors, Charlie Wilson, diciendo aquello de que lo que es bueno para General Motors es bueno para EEUU. La experiencia histórica ha sentenciado que lo que es bueno para una empresa, posiblemente sea bueno para sus accionistas, pero no necesariamente lo es para el país en el que se asienta. Y la función de los líderes políticos es velar por los intereses generales del país, que no siempre coinciden con los de las empresas particulares.