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La vacunación infantil en el mundo ha sufrido el mayor descenso en 30 años

Zonas en conflicto, desinformación ligada al covid, desvío de recursos o problemas de suministro son algunos de los factores que han causado el mayor descenso en 30 años en la vacunación infantil. «Esta es una alerta roja. Estamos asistiendo al mayor descenso sostenido de la inmunización en una generación», resaltan la OMS y Unicef.

Una bebé recibe una dosis contra la polio en abril de 2020 en Uganda.
Una bebé recibe una dosis contra la polio en abril de 2020 en Uganda. (Zahara ABDUL | UNICEF)

La vacunación infantil sufrió en 2021 el mayor descenso sostenido en aproximadamente 30 años, según alertaron ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef. En concreto, de acuerdo con sus datos, el porcentaje de niños que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP) cayó 5 puntos porcentuales entre 2019 y 2021, hasta el 81%.

Según la OMS y Unicef, el descenso se debe a muchos factores, como el aumento del número de niños que viven en entornos frágiles y de conflicto, donde el acceso a las vacunas «suele ser un reto»; el aumento de la desinformación y los problemas relacionados con el covid-19, como las interrupciones en la cadena de servicios y suministros, el desvío de recursos a los esfuerzos de respuesta y las medidas de contención que limitan el acceso y la disponibilidad de los servicios de inmunización.

«Esta es una alerta roja para la salud infantil. Estamos asistiendo al mayor descenso sostenido de la inmunización infantil en una generación. Las consecuencias se medirán en vidas. Aunque el año pasado se esperaba una resaca de la pandemia como resultado de las interrupciones y bloqueos de covid-19, lo que estamos viendo ahora es un descenso continuado. El covid-19 no es una excusa. Necesitamos poner al día la inmunización de los millones que faltan o, inevitablemente, seremos testigos de más brotes, más niños enfermos y una mayor presión sobre los sistemas de salud», remarcó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. Ambos organismos esperaban que 2021 fuera un año de recuperación. En lugar de ello, la cobertura de la DTP retrocedió a su nivel más bajo desde 2008, lo que, junto con el descenso de la cobertura de otras vacunas básicas, alejó al mundo del cumplimiento de los objetivos mundiales, incluido el indicador de inmunización para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

«Este retroceso histórico se produce en un contexto de rápido aumento de las tasas de desnutrición aguda grave. Un niño desnutrido ya tiene la inmunidad debilitada y la falta de vacunación puede significar que las enfermedades comunes de la infancia se conviertan rápidamente en letales para ellos. La convergencia de una crisis de hambre con un creciente déficit de inmunización amenaza con crear las condiciones para una crisis de supervivencia infantil», lamentan la OMS y Unicef.

Celebran, a pesar de todo, que algunos países han logrado seguir con éxito la vacunación. Por ejemplo, explican que Uganda mantuvo altos niveles de cobertura en los programas de inmunización rutinarios, al tiempo que puso en marcha un programa de vacunación selectiva contra el covid para proteger a las poblaciones prioritarias, incluido el personal sanitario. Del mismo modo, Pakistán recuperó los niveles de cobertura anteriores a la pandemia.