GARA
BELGRADO

Sonido de tambores de guerra y tensión desatada entre Serbia y Kosovo

Los tiroteos, las sirenas y las alarmas antiaéreas sonaron ayer en la frontera; las iglesias y monasterios hicieron sonar las campanas, y la población serbia de Kosovo levantaba barricadas en los accesos a sus pueblos y aldeas. Informaciones no confirmadas oficialmente hablaban de víctimas entre los soldados serbios.

La tensión se habría desatado a las pocas horas del comienzo de la aplicación por parte de Pristina de la prohibición de documentos y matriculas serbias en Kosovo, medida a la que se opone Belgrado.

Ante la gravedad de la situación, el presidente serbio, Alexander Vucic, dio un discurso de urgencia en el que afirmó que «todo lo que puedo decir es que pedimos paz, pero también lo digo bien claro: no nos rendiremos y Serbia ganará. Si empiezan a perseguir a los serbios, a intimidarlos, a matar a serbios, Serbia ganará en el campo de batalla».

Fuerzas especiales de Kosovo se dirigían a la frontera, donde el Ejército serbio estaría acumulando tropas, arropadas por la aviación. También se informó de que coches con matrículas serbias estaban siendo asaltados por kosovares.

Cabe recordar que la antigua provincia serbia de Kosovo proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce, y que ha sido apoyada por EEUU y la mayoría de los socios de la UE, pero no por Rusia, China, India, Brasil o el Estado español, entre otros.

Precisamente, el presidente español, Pedro Sánchez, que estaba de visita oficial en Serbia, salió de Belgrado un día antes de lo previsto inicialmente ante la gravedad de los comentados acontecimientos.