A.G.
BALONCESTO

El Bilbao Basket «post Mumbrú» echa a andar

Michale Kyser entrena en Miribilla.
Michale Kyser entrena en Miribilla. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El Bilbao Basket «post Alex Mumbrú» ha echado a andar. Después de empezar con una primera toma de contacto el lunes y todavía «sin contacto», el conjunto bilbaino -aún con las ausencias de los internacionales suecos Ludde Hakanson y Denzel Andersson, concentrados a cuenta de las Ventanas FIBA de este mes de agosto, y el bosnio Emir Sulejmanovic, ausente hasta que termine la actuación de su seleccionado en el Eurobasket de setiembre- empezó ayer su andadura.

Habrá una configuración nueva en el que, amén del entrenador Jaume Ponsarnau -y Sergio García como ayudante, tras la marcha de Javi Rodríguez-, que retorna a Euskal Herria luego de su experiencia en las filas de Gipuzkoa Basket, suma siete caras nuevas: el sueco Denzel Andersson, el serbio Nikola Radicevic, los andaluces Francis Alonso e Ignacio Rosa, el catalán Xavi Rabaseda -capitán de los hombres de negro junto con Tomeu Rigo- el estadounidense Michale Kyser y el bosnio Emir Sulejmanovic, que vivirá su segunda etapa en Bilbo, después de su paso por Tenerife.

«Aún estamos entrenando sin contacto, pero estamos encontrando buena predisposición. Los jugadores quieren conectar con lo que queremos hacer y entre ellos y, paso a paso, esperemos que lo que es para nosotros una buena plantilla se vaya convirtiendo en un buen equipo», indicó el propio Ponsarnau en su primera alocución.

AMPLIAR LOS MÁXIMOS

En ese sentido, para afrontar una temporada en la que los hombres de negro regresan a Europa, ya que volverán a participar en la FIBA Champions League, el técnico catalán se mostró satisfecho con la plantilla que ha podido confeccionar el club.

«Si no hay lesiones, la plantilla tiene unos mínimos altos, y eso es muy importante para competir. Pero no podemos renunciar a ampliar los máximos. Eso llegará si trabajamos, si conectamos y la atmósfera del equipo es buena. Vamos a ir buscando la forma de consolidar los mínimos y hacerlos crecer para acercarnos a nuestros máximos», remachó.