La Cámara de Senadores de México aprobó en la madrugada de ayer la iniciativa del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que traslada el control operativo, administrativo y financiero de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, dirigida por militares. La iniciativa ya fue avalada el pasado sábado por la Cámara de Diputados.

Para la oposición la decisión ahondará en la militarización del país.

Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) ya se habían mostrado en contra, y ayer la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos mostró su preocupación al considerar que supone de facto la militarización de la Guardia Nacional pese a que la Constitución consagra el carácter civil del cuerpo, y consideró que «deja a México sin una fuerza policial civil a nivel federal».

AI señaló que «hoy México es más peligroso que hace 16 años cuando se decidió que los militares salieran a las calles» y que la Constitución, la ley de la Guardia Nacional y su reglamento interno establecen su carácter civil. HRW advirtió de que dejar a los militares en tareas de seguridad pública «agudizará el desastre» de DDHH.