Pequeño reemplazo
Los precios se disparan y el poder adquisitivo del francés medio se estanca. Y lo que es peor, el número de inmigrantes aumenta “de manera catastrófica” y “la inseguridad es ya alarmante”. Eric Zemmour nos alerta: el Gran Reemplazo -ese en el que los extranjeros de piel oscura acabarán por invadirnos- avanza inexorablemente. Ya lo advirtió durante la campaña electoral en la que agitó el miedo al diferente, concretamente al no blanco. Ahora, asegura que “hemos tenido un verano infernal” como resultado del Gran Reemplazo, con “múltiples agresiones, cuchilladas” Y que vamos a vivir un “invierno terrible” a causa de la escasez energética, que parece ser culpa también de los inmigrantes.
El instituto francés de estadística acaba de publicar un estudio en el que nos alerta de otra inmigración. En estos últimos años el número de residencias secundarias en la costa vasca ha subido de manera exponencial, lo que supone “un factor de tensión” en el territorio porque multiplica los precios de los bienes inmobiliarios y expulsa a los habitantes locales hacia la periferia al no poder competir con las billeteras de parisinos, bordeleses y otros extranjeros. Se trata de otro reemplazo, pero en este caso muy real. Y no lo provocan los expatriados que indignan a Zemmour, sino esos blancos patriotas y xenófobos que fueron a votarle a él y acabaron haciéndolo por Le Pen.