Acciones entrelazadas
Como un pichón sobrealimentado, el orgullo afronta baños de metales coloreados que convierte la existencia en un altercado del orden biológico. La salud mental se solivianta con los excesos de prejuicios y los defectos del lubricante más eficaz: lo reconocible. No se trata de contar chistes o de abrochar botones en la espalda, lo importante es que nadie sea capaz de encadenar mentiras que parezcan acciones y que al final se haga una pancarta o una proposición no de ley. Absuelta de responsabilidad atmosférica, la vaca regurgita su ingesta reglamentaria y nos regala gas metano en cantidades acordadas en el convenio.
Padezco una no enfermedad rara, desconfío de las reiteraciones propagandísticas y siento escozor inguinal creciente al ver moverse de una manera oficial, pero clandestina, el bulto más sospechoso de día o de noche del actual siglo, ese fetichismo ecuménico que dicen contiene el cuerpo amortajado de una reina del imperio inglés. Las cadenas de televisión, de manera coordinada con los ángeles negros, nos intentan carga con la mala conciencia de ser unos desposeídos de la credulidad agónica y neoliberal, porque empezamos a ser negacionistas, pero como parece se toman en serio esta súper producción de material disuasorio, el funeral será el próximo lunes diecinueve y han suspendido en los hospitales londinenses las cirugías no urgentes, entre otras medidas preventivas como cerrar museos, teatros, supermercados y funerarias. Estas acciones encadenadas confirman que no es necesario que caiga el meteorito para la desaparición de la especie en un tiempo prudencial.