Natxo MATXIN
OSASUNA

Vuelta a las andadas en El Sadar

La escuadra navarra encadenó su segunda derrota consecutiva en propio campo ante un Valencia que le planteó un partido muy incómodo, ganando la pelea en los balones divididos y siendo mucho más vertical y certero en sus rápidas transiciones.

Por segunda vez titular, Abde no ha sido tan determinante como en anteriores partidos.
Por segunda vez titular, Abde no ha sido tan determinante como en anteriores partidos. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Segunda derrota consecutiva de Osasuna en El Sadar ante un Valencia que logró su decimoquinto triunfo en Iruñea y que le supo jugar a los rojillos, poniéndose el buzo de trabajo, peleando cada balón y siendo mucho más preciso y vertical en la circulación de balón y al rematar a portería.

Quitando los primeros compases, en los que Kike García dispuso de un chut que salió cruzado junto al poste, el resto de la primera parte fue muy incómoda para los locales, cometiendo muchos errores -Nacho Vidal y Aridane estuvieron especialmente desa- certados- y, sobre todo, siendo superados en los balones divididos y no encontrando profundidad, pese a la titularidad de Abde.

Todo lo contrario que un Valencia que supo salir como un relámpago, vertical y con precisión cada vez que la escuadra navarra perdía el balón en zonas comprometidas. De uno de esos extravíos en la presión rojilla en campo ajeno llegó la diana visitante.

Unai García apretó muy arriba la salida del lateral zurdo, pero no terminó de hacerse con el cuero y, a partir de ahí, la salida che resultó fulgurante, con participación decisiva de la calidad de Cavani para meter un balón en profundidad a Kluivert, que la picó con clase por encima de Herrera. Previamente, de nuevo Kike García había tenido otro empalme tras pase de Aimar, pero la pelota fue sacada con apuros por Mamardashvili.

Con el 0-1 y un Osasuna desubicado y sin saber cómo meterle mano a su rival, volvió a ser el Valencia el que más peligro llevó, con un tiro muy desviado del mencionado Cavani y otro posterior al filo del descanso de Ilaix Moriba, que detuvo el meta rojillo.

DOS PENALITS FALLADOS

Pese a que Arrasate vio claro al descanso los déficits del equipo -reemplazó a Rubén Peña y Manu Sánchez por Nacho Vidal y Aridane-, la dinámica no solo no varió un ápice, sino que el bloque valencianista dobló su ventaja. La poca contundencia de la zaga local propició el remate final casi a bocajarro de Diakhaby, que había subido a rematar el corner.

Ya de por sí un partido bastante extraño, el que se fallaran dos penaltis -uno por cada bando- añadió excepcionalidad a un duelo que ya se había torcido casi desde el inicio. Y es que Ávila tuvo la opción de meter a Osasuna en el encuentro, pero mandó el esférico arriba en el 57 desde los once metros. Cavani le correspondió en el 70 -previa expulsión de Unai García- con un larguerazo muy similar al de Benzema.

Los anfitriones lo pelearon hasta el pitido final, enjugaron parte de la desventaja en el descuento, pero ya sin margen para el empate, en una conclusión de partido con todavía dos expulsiones más.