Natxo MATXIN
ATARRABIA
BALONMANO

Bera Bera impone su calidad a un peleón Beti Onak en el derbi histórico de Atarrabia

Ambas escuadras vascas se vieron las caras por primera vez en partido oficial de la máxima categoría rodeado de un extraordinario ambiente.

Beti Onak no ha podido frenar el poder ofensivo de Bera Bera.
Beti Onak no ha podido frenar el poder ofensivo de Bera Bera. (Idoia ZABALETA | FOKU)

El Pabellón Hermanos Indurain de Atarrabia vivió un partido histórico. Por primera vez, Gurpea Beti Onak Azparren vivía un derbi vasco en la máxima categoría y lo hizo ante el vigente campeón liguero, un Super Amara Bera Bera que acabó imponiendo su lógico mayor oficio, gracias a la calidad y velocidad de sus acciones sobre la pista navarra.

Enfrente, las anfitrionas, espoleadas por unas gradas a reventar, donde también hubo presencia guipuzcoana, opusieron resistencia durante los primeros compases del choque. Así, hasta mediada la primera mitad, los números fueron equilibrados e incluso las de Miguel Etxeberria se permitieron el lujo de ponerse por delante en el electrónico en varias ocaciones, la última un 7-6 en el minuto 12.

Apenas dos más tarde, Super Amara sufrió su primera exclusión, pero paradójicamente ello no fue aprovechado por las locales y sí supuso lo que sería el despegue de las de Imanol Álvarez hacia el triunfo. Aalla comenzó a hacerse grande en la portería, mientras Arrojeria, Urretabizkaia, Etxeberria y Arcos marcaban la primera distancia importante entre ambas escuadras (9-15, m.23).

La dinámica se mantuvo hasta el descanso y al inicio de la segunda mitad Beti Onak amagó con una reacción que le llevó a apretar el luminoso hasta el 17-20 del minuto 36, tras un tanto de César. Bera Bera no se dejó sorprender y volvió a meter la directa hasta abrir otra considerable brecha, esta vez todavía mayor, de ocho goles (17-25, m.43).

ERRORES EN ATAQUE

Ello fue posible porque el conjunto navarro cometió infinidad de errores y pérdidas en su juego ofensivo, con una dificultosa circulación de balón en ataque, como consecuencia de la férrea defensa 6-0 que pusieron en práctica las visitantes.

Pese a todo, Beti Onak siguió dando la cara como recompensa a su fiel parroquia, al menos para intentar maquillar el resultado -se acercó 23-28-, pero el elevado ritmo le acabó haciendo mella.