Carlos Gil ZAMORA
Analista cultural

Quizás escuchamos el eco de un espejismo

Se acaba de celebrar el Salón Internacional del Libro Teatral en Madrid. Es una cita que ya tiene una tradición, que tuvo una época que fue itinerante visitando Sevilla, Cáceres, Salamanca, además de recorrer diversos lugares de la capital del Reino, incluyendo una estación del Metro. Y no es una metáfora. Empezó en la casa de América, continuó en el Bellas Artes, pasó por diversas naves del Matadero y lleva ya unos años haciéndose en el Teatro Valle Inclán del CDN, un lugar apropiado por disposición y localización.

Como cada año, en nombre de la editorial Artezblai y de la librería Yorick, dispongo de media hora para presentar las novedades editoriales, tanto de textos dramáticos como en Teoría y Práctica, lo que ayuda a entender la acumulación de títulos en el catálogo como para considerar con certeza la labor realizada. Lo que queda claro es que han disminuido, en nuestra editorial, los textos en euskara.

Las circunstancias han ido cambiando, y si hace unos años se veían otras editoriales vascas como Hiru o el Centro del Títere de Bilbo, con ofertas editoriales, ahora nos hemos quedado, en este ámbito solos, porque Hiru fue absorbida por una editorial de Logroño y los títeres se ha ido a una población madrileña donde tienen sede, museo y escuela.