Con el valor de la libra y el coste de la deuda estabilizados desde la llegada de Rishi Sunak a Downing Street, el primer ministro británico ha decidido retrasar hasta el 17 de noviembre el presupuesto de emergencia para reducir la deuda a medio plazo con el que su predecesora, Liz Truss, iba a tratar de calmar a los mercados el lunes.

Tras la primera reunión del gabinete de ministros, el titular de Economía, Jeremy Hunt, anunció a los medios la decisión, que también fue consensuada con el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria.

«Tenemos un nuevo primer ministro y la perspectiva de una estabilidad mucho mayor a largo plazo para la economía y el país. Un corto retraso de dos semanas y media es el mejor modo de estar seguros de que tomamos las mejores decisiones», dijo Hunt, nombrado por Truss hace dos semanas para desmantelar los recortes fiscales que provocaron una tormenta financiera que le costó el cargo.

Además, en su primera sesión de control al Ejecutivo en el Parlamento como primer ministro, Sunak anunció que volverá a prohibir la extracción de hidrocarburos por fractura hidráulica, un veto que Truss había levantado, al asegurar que reintroducirá la moratoria para todos los proyectos de fracking.

Primera polémica

Sunak tuvo además que defender la vuelta de Suella Braverman a Interior, la designación más polémica y criticada. Braverman renunció la pasada semana tras reconocer haber violado las normas de confidencialidad del Gobierno.

Su apoyo a Sunak para liderar el partido fue clave para que este lograra aglutinar apoyos en el ala derecha conservadora, en detrimento de Johnson, que decidió abandonar. Ante las críticas de la oposición, el primer ministro justificó ayer el regreso de Braverman a su antiguo puesto: «Cometió un error de juicio, pero lo ha reconocido y aceptado».