Patxi Vila atiende a GARA al término de la primera concentración con la plantilla de la próxima temporada del Movistar, en la que ha notado la tranquilidad y la confianza que ha dejado el gran final de año.

¿Hay una progresión en sus tres años en el equipo hasta el final de temporada?

Una maduración. Hace tres años se fueron corredores de la talla de Landa, Carapaz y Quíntana y hubo un cambio. Se apostó por gente joven que necesita tiempo para crecer. A las cosas hay que darles tiempo y tener paciencia. El primer año fue especialmente duro para todos. Los demás equipos también tuvieron pandemia y no quiero achacarlo todo a eso. Por diversos motivos no salieron las cosas, hubo muchos cambios a la vez y los cambios necesitan tiempo para consolidarse. Los problemas poco a poco los hemos ido resolviendo y el segundo año las cosas no fueron mal y en la Vuelta Miguel Ángel López y Enric Mas eran segundo y tercero hasta el penúltimo día. Este año empezamos bien, tuvimos un bache y acabamos bien. Pese a que la situación ha sido complicada, el equipo ha estado donde se merece.

¿Cuándo se enciende la luz de alarma con el riesgo de descenso y se decide no llevar el mejor equipo a Tour y Vuelta?

Por un cúmulo de circunstancias perdimos puntos con los que contábamos y eso te obliga a cambiar la estrategia. Con esos puntos no habríamos tenido los problemas del final. Las cosas fueron empeorando y en el Giro, en mayo, nos dimos cuenta de que había que reaccionar y cambiar algunas cosas, que el tema de los puntos era prioritario.

¿Es difícil decir a García Cortina o Aranburu que no irán a ninguna grande para buscar puntos en otro calendario?

Cuando a un corredor le digo que no va a hacer una grande cuando la iba a correr no le gusta. Para cualquiera los cambios de planes nunca son agradables porque un corredor necesita unos objetivos y se prepara para ellos, pero todo el mundo lo entendió, arrimó el hombro y las cosas han salido bien. Hicimos un cálculo de los puntos que debíamos sacar en cada carrera y no hemos fallado en ninguna. Hemos sido el sexto equipo que más puntos ha sumado este último año. Los corredores han sacado su mejor versión en situaciones de máximo estrés. La mala suerte que tuvimos al principio ha cambiado. Solo los equipos con más potencial y longitud de plantilla pueden mantener el nivel y los resultados todo el año. Otros equipos han estado más tranquilos y se les ha complicado al final.

¿Cómo se consigue recuperar a Enric Mas tras su bloqueo psicológico en el Tour?

Lo ha conseguido Enric, que ha tenido alrededor a la gente adecuada. El equipo le ha ayudado, Eusebio Unzue ha estado ahí, pero él lo ha hecho todo en una situación de estrés máximo. En un momento crítico le ha dado la vuelta, ha crecido mucho como líder y no solo en la Vuelta. En Italia consiguió sentar a Pogacar y pocos pueden decir eso. Nos ha dejado un Enric nuevo para el año que viene, de un momento crítico ha salido una persona con una personalidad, garra y un carácter increíble. Ha sabido sobreponerse.

¿El déficit es lograr solo una victoria en el World Tour?

Nuestros corredores, quitando a Alejandro, tienen pocas victorias en el World Tour. El ciclismo cada vez es más duro. Antes era europeo y ahora es mundial. Antes corríamos de 15 países y ahora de 35 y las victorias del World Tour son muy caras. Nuestra plantilla no está diseñada para ganar carreras o etapas, sino para las generales, y en la Vuelta hemos sido segundos con Enric.

¿Qué valoración realiza de la temporada de los vascos que se han incorporado al equipo?

Con Álex Aranburu quisimos probar a principio del año las clásicas del norte y comprobamos que no tiene mucho sentido. Es mejor hacer un calendario como el que hacía antes. En la segunda parte del año estaba en la lista del Tour y al cambiar lo llevamos a otros sitios y en el calendario alternativo dio un gran nivel en Limousin, Quebec y Montreal.

A Gorka Izagirre le ha costado entrar en el engranaje del equipo por diversos motivos. No es fácil adaptarse a un equipo nuevo, pero al final de año ha ido mejor y el que viene estará más arriba.

Oier Lazkano va cumpliendo lo que queríamos. Ha dado un paso importante con esa victoria, tiene gran potencial, pero harán falta unos años para que esté en su sitio. Se necesita tiempo y maduración.

Con Óscar Rodríguez es lo mismo. Cuando llegas a una estructura nueva, tienes que adaptarte a un equipo que tiene una idea y es necesario que él entienda lo que quiere el equipo y el equipo lo que quiere él. Se necesita un proceso.

Iñigo Elósegui no ha podido dar su nivel en Movistar y vuelve al Kern Pharma...

Le ha costado, no ha acabado de rendir lo que puede. La última parte ha estado al nivel que se esperaba y no tengo duda de que va a ser un buen corredor. Creíamos que estaba preparado y nos equivocamos en acelerar un proceso que necesitaba un paso intermedio. Tiene un nivel suficiente para estar y va a volver al World Tour, pero ahora va a dar un paso necesario para alcanzar su mejor nivel en unos años.