El Partido de los Trabajadores (PT) criticó el apoyo de las Fuerzas Armadas, en su primer pronunciamiento tras las elecciones presidenciales, a las protestas que denuncian fraude por la derrota del todavía presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y piden una intervención militar que impida la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva.

En su ambiguo comunicado, los comandantes en jefe de la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea subrayaron su «compromiso irrestricto con el pueblo brasileño, con la democra- cia y con la armonía y la paz social» ante las manifestaciones que exigen un golpe militar, pero añaden que la Constitución garantiza el derecho «a la manifestación crítica contra los poderes constitucionales». Señalan que «son condenables las eventuales restricciones a esos derechos» y también «los eventuales excesos» de quienes protestan.

Advierten de que no pueden aceptarse protestas que «restrinjan los derechos individuales o colectivos», «pongan en riesgo la seguridad pública» o atenten contra «la armonía de la sociedad», al tiempo que sostienen que «la solución de las posibles controversias» debe darse en el marco del Estado de derecho.

Algunos entienden que con los militares desechan la posibilidad de participar en el golpe de Estado que exigen los seguidores bolsonaristas, cuyas concentraciones ante los cuarteles han perdido fuerza, pero podrían reactivarse porque hay nuevas convocatorias.

Pero Gleisi Hoffmann, presidenta del PT, respondió que «el derecho de manifestación no se aplica a los actos contra la democracia, que deben ser llamados por su nombre: golpismo, y combatidos. No son pacíficos ni ordenados».