Joseba ITURRIA
Elkarrizketa
Sergio ARAIZ
Corredor del Kern Pharma

«Estos años no los cambiaría por nada, considero que he sido un afortunado»

El corredor de Aiegi deja el ciclismo a los 24 años satisfecho, con una visión positiva de su paso por el profesionalismo, por correr el Gran Premio Miguel Indurain que iba a ver cuando era niño, por coincidir con corredores como Valverde, Pogacar o Erviti y por disfrutar hasta la última temporada, en la que le ha faltado la motivación para continuar adelante.

(SPRINT CYCLING AGENCY | KERN PHARMA)

Sergio Araiz entiende que era el momento de dejar la competición al no sentir la motivación necesaria por no alcanzar la progresión esperada. Se muestra agradecido a Juanjo Oroz y Manolo Azcona por los seis años en Lizarte y Kern Pharma con ellos.

¿Cómo ha sido la decisión de dejar el ciclismo?

Notaba a lo largo de todo el año que iba perdiendo la ilusión, a mitad de temporada empiezo a ver que así no puedo seguir, que no encuentro la motivación o las ganas. No me he llegado a poner fechas, esperas encontrarla y vas a la siguiente carrera. Al final avanza el año y llega un momento que es un poco mutuo, el equipo me comunica que lo tengo difícil para renovar si sigo así y yo también no me veía preparado. Lo primero que hay que tener es motivación. El ciclismo exige mucha dedicación y, si no ves cierto progreso o adaptación, empiezas a perderla. Sin motivación, aunque se tengan cualidades, no se puede adaptar uno, no solo al ciclismo, a todo en general.

¿Cambia mucho el ciclismo de amateur al profesionalismo?

Sobre todo que en amateur vas a las carreras y a entrenarte y no te marcas un objetivo de rendimiento. No te presionas y ves que en profesionales todos están dedicados al 100% y empieza esa autopresión y autoexigencia que te hace no disfrutar tanto del proceso, que es la clave de dedicarte a esto. Cambia mucho la forma de competir. La de entrenarse es parecida, tienes que cuidarte mucho y hacer sacrificios y dedicarte al 120% a esto. Cuando ves que haces todo bien y no consigues plasmarlo como quieres se crea una frustración, una falta de motivación.

¿Es difícil para los Pro Team competir con los World Tour y eso afecta a la motivación?

Hay diferencia. Es un salto bastante grande. En las carreras en las que van los World Tour, el sistema de puntos y la pandemia han provocado que se dispute todo mucho más. Es un nivel tan alto que físicamente veo mucha gente que tiene el nivel, pero la cabeza no aguanta esa exigencia.

Sí me hubiera gustado participar en alguna carrera del World Tour. Sé cual es el nivel porque he corrido muchas con doce World Tours y me puedo hacer una idea. Pero, como experiencia, me queda el gusanillo de que me hubiera gustado correr en el World Tour.

¿Cómo valora los tres años con los profesionales?

Ves la creación de un proyecto desde cero y es muy ilusionante que cuenten contigo desde el primer momento. Me hizo muchísima ilusión debutar en la primera carrera del equipo en Mallorca. Viví un momento muy especial. El paso a profesionales fue algo que me hizo una ilusión tremenda.

El último año me empezó a costar por problemas, ves que las cosas no acaban de salir como quieres y ha sido un poco más duro, pero te quedas con que he disfrutado del ciclismo que tanto me gusta y disfrutaré ahora de otra forma saliendo a andar en bicicleta solo porque me gusta.

¿Está agradecido a Juanjo Oroz por confiar para dar el salto a profesionales sin ser un ganador, con una victoria en tres años como amateur?

No he sido en amateur un corredor que ganara diez carreras al año. Siempre he intentado aportar lo máximo al equipo con un nivel que tampoco era malo. Ha confiado en mí para empezar el proyecto y yo siempre lo he tenido como un referente, como alguien que confiaba en mí. Estoy muy agradecido a Juanjo Oroz y a Manolo Azcona por los seis años que he estado con ellos.

Han intentado darme un calendario bueno. Me hubiera gustado correr algo más, pero me han llevado a carreras que me pudieran ir bien, no a correr por correr. Siempre he preferido pruebas de dureza, más que las de látigos.

¿Qué balance realiza al final de su trayectoria ciclista?

Lo más especial es haber corrido dos veces el Gran Premio Miguel Indurain. Si me preguntan cuando empecé nunca pensé que hubiera llegado ahí. He vivido momentos buenos en profesionales y me quedaría con la primera por ser la carrera de casa. Tengo buenos recuerdos del Tour de Eslovenia de 2021, que fue el año más bonito porque después de retirarme de Portugal por pasar covid acabé con un nivel que me quedé satisfecho. Terminé con buenas sensaciones la temporada, pero ésta por un motivo u otro no he conseguido rendir bien y en el momento no le das importancia, pero al final te va frustrando.

En Eslovenia coincidió los últimos dos años con Pogacar...

Y en 2021 a las dos semanas ganaba el Tour. Me hace mucha ilusión haber corrido con él, o que mi primera carrera en profesionales tengo una foto en la salida al lado de Valverde, gente que es referente a la que ves en la televisión y con la que he estado codo con codo.

¿De los corredores que ha conocido a quién destacaría?

A Imanol Erviti. Algún día he coincidido entrenándome con él, aunque no vive aquí, y en carrera me ha parecido siempre muy cercano, queriendo ayudar a la gente de casa.

¿Qué planes de futuro tiene?

Acabar este año la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad. En aficionados la llevaba al año, el primero de profesional iba más lento, este último la había aparcado por completo y ahora la retomo. Y seguiré saliendo con la grupeta de Estella, a la que agradezco, como a mi familia, el apoyo dado en toda mi carrera.