Los obstáculos legislativos a la inmigración en Reino Unido están empujando a ciudadanos del norte de Irlanda a renunciar a la nacionalidad británica. Y no estamos hablando tan solo de ciudadanos del norte de Irlanda que se consideran irlandeses y que, por razones políticas y culturales, rechazan ser considerados británicos, sino incluso de ciudadanos unionistas y, es más, miembros de las asociaciones orangistas, clubes que ensalzan su «britanidad» a la vez que, en muchas ocasiones, desprecian cualquier elemento que sea considerado irlandés.

La razón para explicar esta paradójica actitud es tan simple como pragmática, lo hacen para poder tener la posibilidad de acceder a la normativa de la Unión Europea (UE) en lo concerniente a matrimonios entre ciudadanos comunitarios y extracomunitarios.

Esto se debe a que tras el Brexit la legislación aplicable en el norte de Irlanda a los ciudadanos con pasaporte británico es la de Reino Unido, mucho más restrictiva y dificultosa a la hora de facilitar la entrada de esposos y de otros familiares de origen no comunitario. Hasta ahora era conocido que son miles los ciudadanos de Reino Unido que desde la salida de la UE han solicitado el pasaporte irlandés para, de esta forma, evitar las fronteras intracomunitarias a la hora de desplazarse, así como para tener acceso a la compra propiedades dentro del espacio comunitario con las mismas ventajas que cualquier ciudadano de la UE y a otras muchos beneficios en materia de educación, salud, etc.

En el caso de los ciudadanos del norte de Irlanda, tienen automáticamente acceso a la nacionalidad irlandesa sin necesidad de probar su parentesco irlandés como sí sucede con los ciudadanos del resto de Reino Unido. Esto se debe a que tras el acuerdo de Viernes Santo de 1998, los ciudadanos del norte de Irlanda pueden optar a ser británicos, irlandeses o ambos.

NORMATIVA EUROPEA

Así pues, los ciudadanos irlandeses que residen en el norte de Irlanda pueden solicitar el permiso para que esposos o familiares entren a Reino Unido en aplicación de la normativa de la UE y, de esa forma, evitar los requerimientos existentes en Gran Bretaña de un mínimo ingreso anual, además de un largo y muy costoso proceso.

Aunque es cierto que el proceso para los ciudadanos europeos dentro de la UE no es exactamente fácil, parece que es preferible a las trabas impuestas por las autoridades británicas tras el Brexit.

Bajo la normativa británica los ciudadanos del norte de Irlanda son considerados automáticamente británicos, por lo que son muchos los que están optando por renunciar a su nacionalidad británica y así solicitar la unificación familiar bajo la normativa europea. Una vez lograda la unificación familiar, el siguiente paso en muchos de estos ciudadanos es tratar de adquirir de nuevo su condición de británicos solicitando la reinstauración de su nacionalidad inicial.

Algo que para sorpresa de muchos no es un proceso tan sencillo como creían, además de ser largo y costoso, ya que las solicitudes para la recuperación de la nacionalidad británica se estudian individualmente antes de su aprobación.

PASAPORTE BRITAINIARRARI UKO, PRAGMATISMOAGATIK

Ostiral Santuko akordioak ireki zuen atea Ipar Irlandako herritarrek herritartasuna hautatu ahal izan zezaten, eta, irlandar nazionalistak ez ezik, unionistak ere ari dira ate hori zeharkatzen, pasaporte britainiarrari uko egin eta irlandarra aukeratzen. Arrazoia sinplea eta pragmatikoa da: Brexitaren ondoren Europar Batasuneko legediak britainiarrarekin alderatuta eskaintzen dituen abantailez baliatu nahi dute, batez ere EBko eta EBtik kanpoko bi pertsonak osaturiko bikoteak herrialdean sartzeko ematen duen erraztasuna.