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Vuelta a las urnas en Georgia

Un mes después de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, los ciudadanos de Georgia tienen una nueva cita para terminar de elegir el senador que les representará en Washington. El candidato trumpista Herschel Walker intentará evitar que el demócrata Raphael Warnock revalide el escaño que logró hace dos años en la segunda vuelta que siguió a la victoria del presidente Joe Biden.

El demócrata Raphael Warnock (i), en un acto con sus seguidores en Atlanta, Georgia.
El demócrata Raphael Warnock (i), en un acto con sus seguidores en Atlanta, Georgia. (Win MCNAMEE | GETTY IMAGES)

El Senado estadounidense se reparte ahora mismo en 50-49 a favor de los demócratas. El senador número 100 saldrá del estado sureño que, tras votar republicano en las últimas décadas, está girando hacia opciones progresistas, gracias a la participación afroamericana y la importancia de núcleos como Atlanta. Si los demócratas consiguen mantener el escaño en su bancada, el presidente Joe Biden contará con 51 senadores para los dos últimos años de la legislatura, dos más que los republicanos.

Ambos partidos han tenido hasta ahora el mismo número de represenantes en el Senado, y aunque el voto de calidad de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, se impone en caso de empate, para ello se necesita una disciplina férrea en las filas demócratas. Algo que no siempre ha sido posible en la primera parte del mandato de Biden debido a la actitud de los senadores menos progresistas, como Joe Manchin. Teniendo en cuenta que la Cámara de Representantes tendrá mayoría republicana a partir del próximo mes de enero, conseguir la mayoría en el Senado podría marcar una importante diferencia a la hora de implementar su agenda legislativa en diferentes ámbitos, desde la protección al aborto, el medio ambiente o el derecho al voto.

Hasta ayer, 1,8 millones de personas habían votado de forma anticipada (el plazo terminó el viernes), el resto podrá hacerlo hoy. Pese al interés que ha despertado esta segunda vuelta, el exmandatario Barack Obama ha sido el único primer espada de ambos partidos que ha participado en la campaña electoral junto al candidato. Joe Biden ha apoyado a Raphael Warnock desde fuera de Georgia, y a Donald Trump, principal valedor de Herschel Walker frente a opciones republicanas más moderadas, no le ha quedado más remedio que aceptar que su presencia aleja a una parte de los votantes. Los datos son claros: hace un mes, el gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp -que se enfrentó a los intentos de Trump de invalidar el recuento en 2020-, ganó con holgura su puesto, pero 200.000 de sus votantes no repitieron el voto en la urna para elegir senador. Así, el demócrata Warnock, pastor baptitsta en la iglesia de Ebenezer en Atlanta (la misma en la que ejerció Martin Luther King) fue el vencedor con su 49,48% de los sufragios.

La elección de hoy se debe a que la ley electoral de este estado prevé una segunda vuelta en el caso de que ninguno de los candidatos supere la mitad de los votos.

MOVILIZACIÓN CIUDADANA

La participación fue una de los elementos más destacados en varias de las carreras electorales más disputadas en noviembre, y todo apunta a que la segunda vuelta en Georgia seguirá el mismo patrón. La decisión del Tribunal Supremo de revocar el derecho constitucional al aborto que había estado en vigor durante medio siglo en el país ha movilizado a miles de personas en todo el país y ha puesto aún más de relieve la importancia del Senado a la hora de codificar derechos básicos.

Una de las claves que ha impedido la anunciada «marea roja» (por el color republicano) ha sido la movilización de diferentes sectores progresistas, especialmente las protestas feministas. La segunda, el extremismo ideológico y el escaso nivel mostrado por algunos de los candidatos aupados por Trump, tal y como han reconocido desde la propia dirección republicana en el Congreso.

En Georgia, estos dos elementos se cristalizan en la figura del exjugador de fútbol americano Herschel Walker. En la campaña tuvo que admitir la paternidad de tres hijos que no había reconocido y dos de sus exparejas denunciaron que el candidato republicano les había pagado para interrumpir sus embarazos, cuando Walker ha llegado a declarar que se oponía al aborto sin ninguna excepción.

Las encuestas de los últimos días pronostican una elección muy reñida, aunque casi todas le dan una pequeña diferencia al actual senador demócrata. Aunque los republicanos lograron que Donald Trump retrasara el anuncio de su candidatura para las presidenciales de 2024 hasta que pasaran las midterms, el expresidente lanzó inmediatamente después su carrera electoral desde Florida, sin escuchar las voces que le pedían un nuevo retraso para no interferir en la campaña de Georgia.

De hecho, solo en la segunda vuelta se han gastado más de 80 millones de dólares, con el Partido Demócrata doblando la financiación de los republicanos.