La 15ª jornada acabó tan mal como empezó. Como hiciera el Alavés la víspera, Real y Athletic cerraron la primera vuelta con derrota; en ambos casos tras haberse puesto por delante en el marcador.

La derrota de la Real fue especialmente dolorosa. Porque las donostiarras necesitaban consuelo tras la eliminación copera pero sobre todo porque prácticamente agota, aunque las matemáticas lo nieguen aún, las escasas opciones europeas que tenía un equipo que debe recuperarse del palo de inmediato, porque el miércoles le espera la semifinal de la Supercopa.

El Valencia, también en situación delicada -cuatro derrotas consecutivas, relevo en el banquillo-, entró más intenso en el partido y aunque pronto se vio contestado por la Real, en general fue mejor y generó más peligro, sobre todo a balón parado.

Eizagirre adelantó a su equipo, en el mejor momento de las txuriurdines, tras una bonita combinación con Mirari. Pero Marta Carro empató de inmediato y a la Real se le acabó haciendo bola el partido. Parecía que, aún así, podría amarrar el empate pero Pujadas lo impidió al final.

Con el mismo marcador acabó el Athletic ante un Alhama que supo hacer de la necesidad virtud para convertir la presión en gasolina. Las rojiblancas empezaron mejor y Nekane lo reflejó en el marcador culminando una buena acción colectiva pero las locales reacionaron y voltearon el marcador. También contestó el Athletic después pero el larguero impidió que rescatase algún punto.