Manex ALTUNA
ATHLETIC

Otra decepción que pone de manifiesto la irregularidad y falta de consistencia

El conjunto rojiblanco cierra la primera vuelta con la tercera derrota consecutiva. Apenas ha sumado dos empates en los cinco partidos disputados desde la reanudación de la Liga y ha caído de los puestos de Champions League a la octava posición.

Iago Aspas marcó el gol del triunfo para sacar al Celta de puestos de descenso.
Iago Aspas marcó el gol del triunfo para sacar al Celta de puestos de descenso. (AGENCIA LOF)

El Athletic no dio la talla en Balaídos y cosechó otra derrota decepcionante y frustrante. La primera vuelta de la Liga concluye con una crisis. Con dos puntos de quince posibles y un solo gol a favor en cinco partidos, la preocupación es evidente. La clasificación para las semifinales de Copa no puede esconder la irregularidad y la falta de consistencia. Un equipo que es capaz de superar eliminatorias ante cualquier rival, pero no consigue subir ese peldaño para meterse en los puestos de arriba.

La cuesta de enero ha supuesto un golpe contundente a las aspiraciones rojiblancas. De irse en puestos de Champions al parón por el Mundial a caer hasta la octava posición. Es evidente que el calendario era complicado, pero los 26 puntos obtenidos al acabar la primera fase del campeonato no alcanzan para lograr la clasificación europea vía Liga. Ese fue el objetivo marcado.

Jugarse la temporada a la carta copera es muy arriesgado y en los últimos años no ha funcionado. Asimismo, genera una tremenda contradicción al poner en evidencia que el equipo no logra ofrecer su mejor nivel si se le acumulan partidos en distintas competiciones. Entonces la pregunta sería qué sentido tiene intentar llegar a Europa, si luego te va a pasar factura. Esa reflexión también la realizó Valverde en su comparecencia afirmando que la plantilla debe mentalizarse para rendir en todo tipo de situaciones.

Ese es el escollo que no se ha superado en el último lustro para jugar en Europa. Se está cerca de la lucha por los puestos de honor, aunque no se termina de dar el salto. Se ha llegado a dos finales de Copa, son cuatro semifinales consecutivas y todo el mérito que supone. Sin embargo, ese es el reto que se les ha resistido a los últimos entrenadores que han dirigido el conjunto rojiblanco. A pesar de las bajas, el cansancio o las dificultades, resistir y aprovechar el momento. Fácil de decir y mucho más complicado de hacer. Todavía queda la mitad del curso para intentarlo.

MAL SEGUNDO TIEMPO

El Athletic se pudo ir por delante al descanso si Berenguer llega a acertar en la mejor ocasión del partido. El navarro finalizó una gran combinación de todo el equipo con un remate al palo. Dani García puso un balón en profundidad, Yuri hizo el centro y la asistencia fue de Guruzeta. La pena es que el equipo no fue capaz de darle continuidad a esa fase de dominio.

Los altibajos fueron evidentes y el encuentro empezó con un gol anulado al Celta a los 30 segundos. Carles Pérez se llevó la pelota con la mano en un duelo aéreo con Vivian y se sacó un disparo que se coló en la portería de Simón. Por fortuna, la intervención del VAR anuló el tanto.

Muniain y Herrera repitieron en un once con novedades con respecto a la Copa. El futbolista cedido por el PSG fue sustituido al descanso por Sancet. Parecía que el equipo quería dar un paso adelante y Berenguer envió otro balón al larguero. En cambio, el Celta sí que daba un paso adelante al meter al delantero noruego Larsen en punta. El Athletic sufrió para contener a los locales y Aspas hizo el gol que rompió la igualdad.

Los cambios de Valverde no surgieron efecto y ni siquiera hubo una oportunidad para rescatar algo. El propio técnico reconocía que su equipo no estuvo bien en la segunda mitad y evitó aludir a la Copa para argumentar el fracaso. Valverde y el portero Unai Simón fueron claros al señalar que para aspirar a los puestos europeos hace falta mejorar.

RÉCORD DE WILLIAMS

El delantero se quedó fuera de la convocatoria en Balaídos por una sobrecarga muscular y puso fin a su récord de partidos consecutivos en Liga. Ha alcanzado los 251 encuentros, son casi siete años sin perderse una cita. Inició la racha en San Mamés el 20 de abril de 2016 ante el Atlético con Valverde en el banquillo y se terminó el 22 de enero de 2023 frente al Madrid con el mismo técnico. Viajó con el equipo a Vigo, pero Valverde explicaba que no estaba para jugar y que no iba a arriesgar.