Manex ALTUNA
ATHLETIC

La «cultura del pelotazo» carcome a un Valencia que se descompone

La afición del conjunto che se ha movilizado para obligar a vender las acciones al magnate Peter Lim. La situación económica y deportiva es desastrosa. En dos décadas han pasado de ganar títulos y jugar finales de Champions, a pelear por no descender.

Protesta realizada por la afición del Valencia en 2021 contra Peter Lim.
Protesta realizada por la afición del Valencia en 2021 contra Peter Lim. (Jorge GIL | EUROPA PRESS)

El Athletic visita de nuevo el polvorín de Mestalla esta noche (21.00 horas). Las fallas de Valencia se han adelantado y quieren quemar a Peter Lim, el magnate de Singapur que se adueño del equipo de fútbol y lo gestiona a su antojo. Han convocado una manifestación para una hora antes del encuentro en las inmediaciones del estadio y no van a entrar al campo hasta el minuto 19.

La afición exige que venda las acciones de inmediato. El conjunto che se ha descapitalizado por completo durante su mandato y ha incumplido las promesas realizadas cuando compró el 70% de las acciones en 2014. Aseguró que iba a invertir 300 millones para resucitar el club y que el nuevo estadio estaría para 2019.

El Valencia estaba en ruinas y la masa social se agarró al dinero de un magnate foráneo erigido en salvador. La «cultura del pelotazo» instaurada en los noventa en el Estado español y que tuvo su epicentro en la costa valenciana había fracasado y arrastró al conjunto valencianista. La trama corrupta del PP también tuvo su influencia y responsabilidad en los problemas financieros del equipo y las medidas equivocadas impulsadas.

DEUDAS Y VENTAS

A principios del siglo XXI, el conjunto che conquistó seis títulos -entre ellos dos ligas y una UEFA con Rafa Benítez- y había disputado anteriormente dos finales de Champions consecutivas. En 2004 llegó a la presidencia Juan Soler, vinculado a una familia de empresarios que amasaron una fortuna con el auge de la construcción. Su gestión deportiva y económica fue un desastre. Gastaron dinerales en fichajes y dejaron unas deudas de varios cientos de millones. Gran parte se generó con la fallida construcción del nuevo Mestalla. Con el beneplácito de las instituciones gobernadas por el PP buscaron el «pelotazo» urbanístico, pero la operación se fue al traste por la quiebra de Bancaja, caja de ahorros de la Comunidad Valenciana.

Soler trató de recuperar su inversión y fue víctima de una estafa. Vendió sus acciones por 40 millones y no cobró. En un guión sacado de Torrente estuvo acusado de tratar de secuestrar a su sucesor.

Al borde del concurso de acreedores, en 2009 realizaron una ampliación de capital que tampoco funcionó. La Generalitat se convirtió en propietaria del club y en 2014 se impulso la venta a Lim. Sin embargo, el magnate asiático ha utilizado el Valencia para hacer sus negocios junto al famoso representante portugués Jorge Mendes con el que gestionaba un fondo de inversiones con jugadores. Han obtenido plusvalias con la venta de futbolistas y la deuda se ha incrementado hasta los 400 millones. Además, lleva tres temporadas sin jugar en Europa y, de ser el tercer equipo en el ránking de puntos histórico de la Liga, ha pasado al cuarto puesto adelantado por el Atlético.

Ander Herrera se vuelve a lesionar

El centrocampista de 33 años sufre de nuevo una lesión muscular y será baja en Valencia al igual que Yuri. En cambio, Iñaki Williams se ha recuperado. Herrera no ha conseguido participar en cinco partidos seguidos en lo que va de temporada. La semana pasada se hizo oficial que continuará en el club hasta 2024. Su llegada se presentó como una cesión, pero el propio jugador desveló que se trataba de un fichaje encubierto por temas burocráticos. El presidente Jon Uriarte defendió que el Athletic no ha tenido que pagar ni un euro por su contratación al PSG. Sin embargo, el rendimiento ofrecido está dejando mucho que desear. Apenas ha podido participar en 8 partidos de Liga y 3 de Copa. Se desconoce su sueldo, aunque estará entre los mejor pagados. Según se ha publicado en distintos medios, en París percibía unos 8 millones de euros brutos por temporada. M.A.