Iris DOMÍNGUEZ
La autora es miembro de Kattalingorri y Ortzadar LGTB
KOLABORAZIOA

De fotos y puñaladas

Para quien no se haya leído las noticias a fondo últimamente: el INAI, en nombre del Gobierno de Navarra, acaba de recortar en 43.000 euros el servicio de atención a personas LGTBI+ de Navarra, Kattalingune. Pretenden que cuatro personas atiendan las oficinas de cinco pueblos diferentes, cuando este trabajo se hacía antes con siete personas. Intentaron sacar un concurso público que quedó desierto, y en vez de captar el mensaje de que los números no cuadraban, ahora adjudican a dedo el servicio a Gizain, la empresa pública. Hasta aquí el resumen, que ya han explicado otras personas mucho mejor que yo&eot;Yo prefiero hablar de lo mío. De lo nuestro. De cómo, cuando salí del armario como trans, la asesoría sexológica me echó una mano para orientarme y los servicios me ayudaron a conocer gente en mi misma situación y a formar comunidad. De cómo, cuando en 2017 me denegaron el cambio de nombre (sigue estando prohibido llamarte Iris si en tu DNI pone «Sexo: M»), la asesoría legal me ayudó a preparar un recurso y a presentar una nueva solicitud. Y eso es solo lo que me ha tocado a mí: he visto funcionar estos servicios y han cambiado la vida de mucha gente. Gente LGTB+, por supuesto, pero también de sus amigues, familiares, profesores, médiques... que han pasado por las asesorías para preguntar mil y una dudas.

Por eso me hierve la sangre y se me saltan las lágrimas cuando veo cómo están desmantelando los servicios. Ya lo hizo en 2021 el Ayuntamiento de Pamplona con Harrotu, y ahora hace lo mismo el Gobierno de Navarra con Kattalingune. Y los dos, igualmente, lo hacen entre mentiras y faltas de respeto. Diciendo que están encantados con el trabajo desarrollado, para luego recortar la mitad del personal a escondidas. Hablando de lo importante que es atender lo rural y centralizando el servicio en Iruña. Alargando plazos, dando excusas, insistiendo en que no es un recorte despedir a tres personas un 28 de diciembre. Vamos, colgándose medallas y sacándose la foto hoy, para dar una puñalada por la espalda mañana.

Es un recorte, y es un insulto: a les voluntaries de Kattalingorri (que gestiona el servicio sin cobrar un duro), a las trabajadoras de Kattalingune, y sobre todo a toda la comunidad LGTB+. Y ya no vamos a esconder las siglas de este recorte: PSN y Podemos-Ahal dugu. Se os ha acabado el sacaros la fotito y pintaros de arcoíris en junio, para luego pisotearnos. Mientras no deis marcha atrás, seguiremos, como siempre, en las calles. Luchando y trabajando por nuestros derechos, pese a quien pese