La coalición de derecha y extrema derecha -Fratelli d’Italia, Lega y Forza Italia- que gobierna Italia, liderada por Giorgia Meloni, apuntala su hegemonía al arrasar en las elecciones regionales en Lazio y Lombardía, una victoria que apuntaban los primeros datos. Según Meloni, el resultado de los comicios, celebrados el domingo y ayer, «consolida la unión de la derecha y refuerza el trabajo del Gobierno».

Las elecciones eran importantes por celebrarse en dos regiones clave como Lazio, que alberga la capital nacional, Roma, y gobernada desde 2013 por la izquierda, y Lombardía, el auténtico motor económico e industrial del país y bastión de la derecha desde 1994. Pero también porque suponían una primera prueba electoral para la coalición gubernamental.

La derecha, como auguraban los sondeos, acabó arrasando, gracias a la unidad, frente a la división del centro- izquierda -PD, Movimiento 5 Estrellas y Terzo Polo-, que fue mayor en Lazio, donde los progresistas perdieron el poder.